Filias: Recuerdos de Madrid.

lunes, 28 de febrero de 2011



 
Hace ya un par de semanas que volvimos de Madrid, y después de la "resaca" es el momento de ponerse al día y hacer balance.

Fue el fin de semana de:
  •  Mayores niveles de contaminación (la ciudad parecía "de provincias" porque tenía boina y todo, jeje), y días después todavía teníamos la sensación de haber estado fumando paquetes y paquetes de Ducados sin parar.
  • Los premios Goya. No sé si fue por eso o no, pero nos encontramos con algún famosillo y todo.
  • Los Enamorados. Eso, eso, besiños por aquí, chuics por allí, vamos, ánimo primaveral a todo trapo.
  • Los Museos. Aunque todavía nos queda el Thyssen para la siguiente.
  • Las suelas desgastadas. Agujetas, pues no, pero un cansancio infinito que arrastré toda la semana ( apunte: empezar a pensar en hacer algo con mis carnes morenas).
  • El Chocolate con Porras. Esto es incompatible con lo de las carnes, pero es que está taaaaan rico!! (gracias Lahier: a tu salud. Delicioso)
  • Las Multi-Compras. Y yo que me había propuesto (seré inocente) no comprar más libros, que me había hecho fan "number one" de todas las bibliotecas del mundo mundial...(Nota: siguiente escapada a Ikea, que me faltan estanterias, sigh!)
  • Las sorpresas. Tiene miga ir a encontrarnos en pleno Madrid con una pareja del barrio y con una compañera de instituto (así que el Sr. Filias decía que la "capi" era "de bolsillo", jejeje)
Y por supuesto, no faltó mi momento estelar. Paseando como una alegre florecilla con las costuras y las etiquetas de la ropa en plena libertad (si, si, llevaba la camiseta del reves). Peroooo eso significa suerte, ¿verdad? y además prácticamente nadie se dio cuenta hasta que a una señora le dio por gritarme:

-¡MUCHACHAAA! A mí me gustaria que me lo dijeran, llevas la camiseta al revés.

Pues muchas gracias mireusté, y ya, puestos, casi hago una reverencia al respetable que miraba con mucho disimulo, pero miraba, oiga.

¿Las fotos? Pues no sé si quedó algo por retratar. Me quedo con estas:

 
Mercado de San Miguel

La moda de los candados, en Plaza Mayor








Farolas del Palacio Real
Final de Gran Via
 





Metrópoli dramatizado



Lo mismo by night

 
Metrópoli by day








La lluvia antes de caer de Jonathan Coe

jueves, 24 de febrero de 2011

La anciana Rosamond ha muerto, y Gill, su sobrina, cuando acude a su casa tras el funeral, encuentra varias cintas de cassette, veinte fotografías y la última voluntad de su tía: entregar las cintas y las imágenes a Imogen, una práctica desconocida para Gill.
Sin embargo, tras varios intentos frustrados para encontrarla, decide seguir el mandato de Rosamond y escuchar ella misma las cintas, que desvelan en la voz de su anciana tía, mediante una descripción detallada de cada fotografía,  la verdadera historia de Imogen, y los íntimos entresijos ocultos de varias generaciones.
Había oído hablar (muy bien por cierto) de Coe y su “ El Club de los Canallas”. De hecho fue una de las lecturas que me recomendó T. Pero ha sido “La lluvia antes de caer” el primer título que leo de este autor. Y no me ha decepcionado. Destila melancolía, sensibilidad, nostalgia y belleza a partes iguales.
La novela no necesita de grandes artificios ni ficciones exageradas, ni hechos extremadamente truculentos. Son situaciones mucho más sencillas (no por eso dejan de ser en algunos casos espeluznantes), y por ello quizás, más creíble y real.
Me gusta disfrutar de todo lo que me puede ofrecer un libro, por eso en este caso no he podido resistirme a buscar las referencias musicales que enriquecen toda la novela (aunque no he logrado encontrar algunas, una pena).
Y como la vida misma, su final me deja un sabor agridulce y el eco de un instante en que casi se pueden atrapar las leyes no escritas del destino.

Este fin de semana me encontré por casualidad con una roulotte, y no pude evitar acordarme de Ros.

Bailero (Victoria de los Angeles)

Filias: ¿Jugamos?

domingo, 20 de febrero de 2011

Hoy os propongo un juego. Sabiendo que Oteiza es el escultor del espacio, que se empeña en mostrar la parte “en negativo” de las formas, os animo a que descubráis qué (se dice que) puede haber detrás de esta escultura.

Imaginad que es parte de un todo, que le falta un volumen a su alrededor. Ya sé, ya sé que es difícil, pero visualizadla encima de vuestra mano, ¿a qué os recuerda?

oteiza.

"Tokio Blues" de Haruki Murakami

jueves, 17 de febrero de 2011

Este es uno de esos libros que te dejan pensando en él días después de haberlo terminado. Es la historia de Watanabe y Naoko. Una relación desequilibrada en muchos sentidos, porque cada uno de ellos se encuentra en un momento vital diferente.
Él está ya en la universidad, y pese a su visión rutinaria de la vida (se mueve un poco por inercia, no tiene metas ni ilusiones que le motiven), siente algo cada vez más fuerte por Naoko. Ella, en cambio, se encuentra en un paréntesis, en un suspenso vital en el que es incapaz de mantener una relación normalizada con el mundo exterior.
Alrededor de este lazo entre ellos, van desfilando personajes atrayentes. Excéntricos y organizados en exceso como Tropa-de-Asalto; inteligentes, llenos de talento aunque un poco faltos de ideales como Nagasawa; tiernos y maternales como Reiko; y llenos de sorpresas, como Midori.
Hace unos meses leí “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, y al comenzar la lectura de Tokio Blues, pensé que iba a encontrar puntos coincidentes entre ambas obras. Sin embargo, me pasó como a mi sobrina cuando vio mi recién estrenado corte de pelo:
-“Te pareces un poco a la Tía Filias, pero un poco no”.
Eso es, algo tienen en común las dos lecturas, aunque en Tokio Blues se vuelve más realista, bucea más en los personajes y en sus caracteres. Es mucho menos onírica. Realmente me hubiese encantado conocer a unos cuantos personajes en la realidad, y charlar con ellos de mil y una cosas.
También existen unos puntales fijos durante todo el libro: el sexo, la muerte y el amor. Y se me ocurre que tan sólo falta el color verde para que Murakami y García Lorca coincidan en temática (cada uno a su manera, claro está). Bueno, ahora que lo pienso, Midori significa verde…
Divagaciones aparte, es una novela entretenida, un poco triste en algunos momentos, pero merece la pena.

Filias: Oteiza

martes, 15 de febrero de 2011

Escultor, pensador, poeta, Jorge Oteiza (Orio, 1908- San Sebastian, 2003) es esto y mucho más. Es uno de los artistas más importantes, cultos y menos políticamente correctos del siglo XX. Por eso es difícil que deje indiferente.
Defiende un artista educado desde la perspectiva del Arte más que las obras en sí mismas, y aboga por ser un autor útil para la sociedad, dispuesto a actuar. Por eso intenta defender sus ideas más allá de los convencionalismos sociales (por muchos problemas que esto pueda acarrearle). Su obra escultórica es un recorrido desde los monumentos de estilo primitivo, espirituales, hasta las últimas corrientes vanguardistas, en las que insiste contundentemente en el estudio del vacío y del negativo.
En estos días fríos es un auténtico gustazo subir a Alzuza, y disfrutar del paisaje recortado por las aristas del Museo Oteiza.


 IMG_1262Vista del Museo Oteiza en Alzuza
 
 
 

Filias: El Reto 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

¡Por fin! Acabo de apuntarme al reto de Meribélgica, que este año tiene que ver con la tabla periódica de los elementos (y yo que siempre he sido de letras, ;)). Reconozco que estoy como un niño con zapatos nuevos, y ya se lo he recomendado a varios amigos lectores. A priori parece muy complicado, y cuando comprendes las reglas, (si os soy sincera) sigue pareciéndolo. Pero soy un caso perdido. Me encantan los retos.
Tengo algunas dudas acerca de si podré terminarlo (siempre surge una lectura no prevista e indispensable, jaja), pero queda toooodo el año por delante ¿verdad? así que ya veremos.
¿os apuntais?

"En ausencia de Blanca" de Antonio Muñoz Molina

martes, 8 de febrero de 2011


Quise empezar a leer algo de Antonio Muñoz Molina debido a las reseñas tan estupendas que ha hecho Teresa de sus obras.
En la biblioteca, y ya con “El jinete polaco” en la mano, revisé otros libros suyos. Y lo vi. Allí estaba “Ardor Guerrero”. Al instante llegó a mi mente de manera fulminante una oleada de imágenes: el instituto, el talón del concurso de literatura, mi profesor y guía de lectura, la librería recién inaugurada y su olor a papel nuevo, sus mesas pulcramente ordenadas, y mi mano sosteniendo “Ardor Guerrero”.
Yo tenía dieciocho años, y, lo confieso, enterré este libro en mi memoria. Se me atragantó. Lo recuerdo como una obra densa, tediosa y con una temática que era muy lejana para mí.
Así que, mientras devolvía a la estantería “El jinete polaco”, y me iba auto-convenciendo para volver a leer “Ardor Guerrero”, pensé que era una buena idea acercarme al autor pasito a paso. Elegí “En ausencia de Blanca”.
Es la historia de un matrimonio fundado en un amor dependiente. Mario, un funcionario de treinta y tantos, de origen humilde, austero, sencillo, y Blanca, su contrapunto. Ella ha tenido una infancia acomodada y una vida díscola y atolondrada, incluso autodestructiva, según nos va desgranando su marido en sucesivas retrospectivas.
Mario venera a su mujer, y la coloca siempre uno o dos escalones por encima de él. Pero ha empezado a descubrir detalles sutiles, que le dan pie a pensar que Blanca, su Blanca, ha sido suplantada por la mujer con la que ahora comparte su vida.
Es un librito corto, que se lee casi del tirón. Destaca su estupenda prosa, y el tratamiento minucioso de los personajes. En especial de Mario, del que sabemos casi todo (su origen, sus inquietudes, su relación con sus compañeros de trabajo, y sus inseguridades y sospechas), y con quien creo que el autor comparte algo más que su procedencia, Jaén.
Sin embargo, a Blanca la conocemos poco a poco. Físicamente primero, y en su pasado después, pero la deja en una especie de limbo emocional inaccesible. Me hubiera gustado saber más de ella. ¿Por qué su ausencia se alarga sólo ese lapso de tiempo? ¿Qué siente por Mario?
El final es abierto, casi a gusto del lector, que decidirá qué le ha sucedido a Mario. Si se ha resignado, si está desequilibrado…
Creo que si en lugar de aquel “Ardor Guerrero” hubiera leído este libro, seguro que hubiera querido repetir con este autor. Para la próxima vez, “El jinete polaco”. Prometido.

Filias: Help! Lost in Madrid

sábado, 5 de febrero de 2011

¡Yuju! Por fin ha llegado. La semana que viene Mr. Filias y yo nos vamos unos días de escapada a Madrid. La idea es recorrer el Madrid histórico y visitar el Prado, pero hay tantísimas cosas interesantes por allí, que me temo que voy a dejar en el tintero cosas importantes.
Y como no me gustaría encontrarme "lost" por allí, agradecería que me aconsejarais sitios para visitar, consejillos varios... Vamos, lo que se os ocurra.
Muchisimas gracias!

Mariposas en la nieve de Lola Beccaria

miércoles, 2 de febrero de 2011

IMG_1304La protagonista de la novela, concertista, se pierde cuando vuelve de camino para su casa, y con desconcierto se da cuenta de que el depósito del coche está en las últimas. Afortunadamente, encuentra un lugar en el que parar y hacer noche, Raspajo de la Sierra. Sin embargo, no será el nombre del pueblo lo único que la sorprenda, y que le de pie a retomar un mundo interior casi olvidado, un lugar sin limitaciones, rico, mágico. Esto, a su vez, será el desencadenante para darle un giro de ciento ochenta grados a su vida.

El criterio que sigo para elegir un libro es, bien que alguien (con quien coincida más o menos en gustos) me lo haya recomendado, o bien, que alguna reseña lo identifique como una lectura que merezca la pena.

Sin embargo, esta última vez, me he dejado llevar. Pensé que es importante dar oportunidades a autores poco leídos, o que todavía no se han hecho un hueco en el panorama literario. Pero por miedo también, elegí una editorial que me gusta bastante (Anagrama). Me equivoqué de pleno.

Y me da una rabia tremenda, porque siempre tengo más libros que tiempo para leer, y porque me parece importante poder disfrutar al máximo de una lectura.Valoro y admiro el hecho de ponerse delante de un papel en blanco, y ser capaz de construir una historia que nos llene, que nos haga soñar, que no nos deje indiferentes. En este caso, es una pena, pero no puedo decir que fuera así.

El estilo, parecía que iba a ser vivo, por aquello de las frases cortas, pero la narración se alarga en una procesión de introspecciones. Y esto hace que te presentes hacia la mitad de libro, con el ánimo casi desinflado, y cara de interrogante, pensando ¿pero dónde lleva esto?

Es en la segunda mitad del libro, cuando el hilo narrativo recobra vida y agilidad. La historia sigue siendo surrealista y casi onírica, pero empieza a tener otros matices.

Quizás la parte final de la obra es la que más cuerpo tiene, la que da un poco de sentido a lo demás.  Sin embargo, la sensación que me ha quedado es de

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que es un material fantástico para un relato, no para una novela.

Adivinanza

martes, 1 de febrero de 2011

En la redonda
encrucijada,
seis doncellas
bailan.
Tres de carne
y tres de plata.
Los sueños de ayer las buscan
pero las tiene abrazadas
un Polifemo de oro.
¡La guitarra!
Poemas del Cante Jondo. Federico García Lorca.