Lo confieso: He sucumbido

jueves, 28 de junio de 2012

En la primera entrada de este blog, expliqué que estaba (y estoy, en eso no he cambiado) a favor de los libros en papel. Tras un tiempo, y gracias a Isi, descubrí los audio-libros, que me acompañaron en las largas caminatas del embarazo. Aunque es un formato muy sencillo, que te retrotrae a la época de las radionovelas, es complicado seguir la acción al cien por cien (creo que por la cantidad de estímulos que recibimos del exterior, y porque al menos mi cabecita está funcionando continuamente.)

Efectivamente, mis objeciones sucumbieron ante la evidencia

Y ahora, otra vez a entonar el “yo pecador”. Si es que no hay nada como asegurar algo a conciencia para que las cosas cambien, y de la noche a la mañana, donde dije digo, digo Diego. Así que, lo confieso, he sucumbido. Me he dejado subyugar por el éxito y las críticas favorables a este pequeño instrumento que ahora me acompaña allá donde voy.

He tenido que reconocer que el e-book tiene su encanto. Es pequeño, manejable, llevas tropecientos libros encima y no llevas peso, la oferta en libros digitales es fantástica.... Vaya, que me he rendido. Aunque no del todo. Sigo yendo a la biblioteca, y sigo comprando libros en formato clásico. Si es caso, la diferencia es que ahora soy más rigurosa. Es decir, leo en digital, y si la obra me ha encandilado, la compro en papel. De esta forma, tengo menos problemas de espacio. O eso quiero creer.

Matar a un ruiseñor de Harper Lee

jueves, 21 de junio de 2012

ruiseñor La novela transcurre en el imaginario condado sureño de Maycomb, Alabama, donde viven los Finch, una familia de abolengo. El hogar se compone de el padre (Atticus), los dos niños: Jeremy (Jem) y Jean Louise (Scout) y la muchacha de color (Calpurnia). Ambos hermanos son unos chiquillos despiertos e inquietos que respetan y admiran a su padre, un abogado viudo con una sólida moral.
Scout nos narrará las aventuras estivales del grupito que forman Jem, Dill y ella, cuya máxima aspiración es hacer salir mediante triquiñuelas al misterioso y esquivo Boo Radley de su hogar, en el que habita de manera perpetua y sin que se le haya visto en muchas ocasiones. La figura de Boo, despierta la imaginación de los niños, ya que las historias que se oyen acerca de él son poco menos que aterradoras. Aunque no consiguen ni siquiera que Radley se asome a la ventana de la mansión, tanto Jem como Scout comenzarán a recibir pequeños regalos que alguien oculta en el hueco de un árbol.
Por otra parte, a Atticus le encargan la defensa de Tom Robinson (un hombre de color) a quien acusan de la violación de Mayella, hija del insidioso Bob Ewell (un hombre blanco). El inteligente abogado conseguirá desenmascarar las mentiras de esta desagradable familia, pero no logrará que declaren a Tom inocente. Éste además, frustrado por el veredicto, decide fugarse de la cárcel, por lo que es tiroteado y muere.
Bob Ewell, sentirá que ha sido humillado, y tratará de vengarse tanto del juez Taylor, como de la viuda de Tom, y por supuesto de Atticus, a quien escupe en la cara en plena calle.
Sin embargo, Bob no quedará contento con esto, sino que atacará a Jem y a Scout a la salida de una fiesta escolar. Afortunadamente, alguien les socorre y les acerca a casa, salvándoles la vida. Con gran sorpresa, Scout descubrirá que es Boo Radley quien les ha ayudado, y tratará de ponerse en su piel por vez primera.
ruis


Tenía cierta curiosidad por leer esta novela, ya que últimamente he oído hablar de ella bastante (sobre todo de su adaptación cinematográfica, de la que todavía no he disfrutado). Además me intrigaba que fuera un libro que se considera de obligatoria lectura en algunos planes educativos de los EEUU, y tenía interés en ver la forma en que se trataba el asunto del racismo en una novela situada en un estado sudista.
La impresión general ha sido bastante positiva, aunque reconozco que la primera parte de la novela me resultó un pelín aburrida. Sin duda alguna, la segunda parte es la mejor. No sólo asistimos al crecimiento moral e intelectual de los niños (esa pérdida de la mágica inocencia), sino que podemos apreciar las elevadas virtudes de Atticus Finch. Es consecuente, simpático, sencillo y honesto.
Indudablemente, es para mí la pieza fundamental de la obra (pese a que toda la novela está escrita a través de la mirada de una niña) por su forma de entender la vida, su carisma como padre y su rechazo a las armas y a las desigualdades sociales.
Únicamente me queda pendiente ver la película, que además de estar fielmente adaptada, debe ser una delicia para ver y para escuchar.
Entre sus páginas:
Antes de vivir con los demás tengo que vivir conmigo mismo, y la única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la propia conciencia”.
Hijo, hay muchas cosas feas en este mundo. Me gustaría poder evitar que las vieras, pero no es posible
“Preferiría que disparaseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado…. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor.”

En lugar seguro de Wallace Stegner

jueves, 14 de junio de 2012

en lugar seguroAmbientada en la época de la Gran Depresión, esta novela nos habla de la amistad de dos parejas; los Lang (Charity y Sid) y los Morgan (Sally y Larry) desde la perspectiva de uno de ellos en lo que será la última reunión que pasarán juntos.
Tanto Sid como Larry son profesores de literatura en la Universidad de Wisconsin, aunque ninguno es oriundo de allí. Tampoco pertenecen a la misma escala económica (los Lang tienen posición y riquezas, mientras que los Morgan están luchando para estabilizarse) pero esto no les hace mella en absoluto ya que tras una fiesta en casa de los Lang, los cuatro serán inseparables.

Tenía ganas de leer a este autor, pero hay tantas reseñas buenísimas de “Ángulo de reposo”, que no me decidí por esa novela para no crearme expectativas que quizás luego me llevaran a una decepción. Así que elegí “En lugar seguro”. Al principio de la novela, no sabía qué esperar. Pero conforme he ido avanzando en la primera parte, he tenido la sensación de que iba a disfrutar de un relato acerca de la Amistad, así con mayúsculas. Sin embargo, al terminarla me he dado cuenta de que la novela iba más allá. cuatro amigos
Con cierta incomodidad (porque pensé que iba a ser una lectura fácil, intrascendental, y resulta que no llevaba ese sencillo camino), descubrí que trata sobre la vida, sobre esos momentos que han pasado y a los que no les has prestado demasiada atención, pero que formarán parte de tus recuerdos y tus “batallitas” personales. Y así, casi sin saber cómo, me he encontrado en el mismo punto retrospectivo que Larry (aunque con algunos años menos, claro está). He retrocedido a mis casi veinte años, cuando éramos siete, y todo prometía ser más de pelis de color que en blanco y negro. He recordado a E. y he sentido una nostalgia triste y densa. Después he seguido leyendo.
La segunda parte me ha parecido más tranquila de lo que esperaba, y la he disfrutado incluso más que la primera por el escenario en que se desarrolla (¿a quien no le gustaría vivir un tiempo en Florencia y embeberse de arte?).
Finalmente, me ha dado mucha tristeza tener que despedirme de ellos, que se terminara nuestro tiempo juntos. No es una novela de acción, pero sin embargo el poder de sus personajes hace que sigas cada página con interés. Las descripciones de los paisajes de Vermont así como los retratos de los personajes de Wallace son magistrales, por lo que es fácil empatizar con los sentimientos de los cuatro amigos.
Lo mejor, la forma de escribir de Wallace. Sosegada, detallista, y con un exquisito manejo de la plasticidad y estética de la palabra. 
“Visto desde una perspectiva geológica, somos fósiles en formación, y quedaremos enterrados y finalmente expuestos de nuevo para perplejidad de los seres de eras posteriores.”
“Henry James dice en algún sitio que si tienes que tomar notas sobre cómo te ha impresionado una coas, lo más probable es que no te haya impresionado”.
“…El tejado que cubre las almas gotea sobre todas por igual….”
vermont

Mundobebé 5: Por una sonrisa tuya...

viernes, 8 de junio de 2012


  • Me sacudo el sueño día a día.
  • Multiplico las horas para llegar a todo y estar contigo.
  • Rechazo las lágrimas que anegan mis ojos.
  • Recojo mi rabia y la transformo en algo positivo.
  • Mudo mi piel y te hago mil carantoñas.
  • Me levanto después de haber tropezado cien veces.
  • Busco el lado cómico del momento amargo.
  • Canto cien canciones desafinadas.
  • Me siento la persona más próspera aún con los bolsillos vacíos.
  • Pienso que esta vida tiene un sentido.

Mundobebé: 4. La guardería (adaptación).

lunes, 4 de junio de 2012

adaptacion Llega el momento de dejar a tu retoño en la guardería. Pero no lo vas a dejar así como así. Necesita una adaptación (y tú también, no nos engañemos). Así que te sugieren un par de semanas en las que tu mundo se pone al revés, justo ahora que parecía que tenías el tema dominado.

El peque se ha ido, durante una horita. Y tú, ¿qué haces?. Pues en principio sentirte sola, como que te falta algo. Y después, intentar aprovechar ese ratito para hacer alguna cosilla (generalmente tareas domésticas, que parece que estamos programadas para no disfrutar nosotras ni un triste rato de asueto, que siempre hay obligaciones que cumplir…).

Y para cuando te quieres dar cuenta, ya tienes que ir a recogerlo. El primer día, te dicen, es importante tener paciencia con él, porque de alguna manera te hará saber que tú le has dejado con gente que aunque es muy simpática, él no conoce, que no son papá o mamá. Puede que lo dejes o lo recojas llorando. Incluso pueden cumplirse ambas opciones.Para mi regocijo, el primer día fue estupendo. Le dejé muy tranquilo y cuando fui a por él, me lo devolvieron dormidito. Vamos, que estrés cero.

- Yupi!, pensé. Este niño es un bendito.

enfadosoY llega el segundo día. Que tu piensas: si ayer fue bien, pues hoy también porque es más de lo mismo: una horita, y con las personas que ya conoce. Ja. Pues no sé los nenes de los demás, pero el mío, nos ha salido con sensor de movimiento, curiosón y un poco rencoroso, el chaval.

Cuando fui a buscarle el segundo día junto con la abuela, se despachó a gusto conmigo hasta el mediodía. Todas las fiestas que yo le hacía, le entraban por un oído y le salían por otro. Increíble, pero me fustigaba con el látigo de su indiferencia. En cambio las tontadas que le hacía mi madre mucho más sosas y menos elaboradas (dicho esto sin acritud ni envidieja, dondevaaparar!), le encantaban, y se lo demostraba con unas sonrisas de las que hacen que se te caiga la baba. Por supuesto, la abuela, sorprendida, encantada y feliz. La madre no tanto….Tan pequeño y tan sinvergüenza.

 

Mamá de Filias: - Huy, chica! Qué rico. Pero qué precioso está. Guapetón!

Nene: prrrfff! (pedorretas varias y regocijo general mirando atentamente a su abuela).

Filias: - Caaariñoooo! Mi vida! Blblblblbl (método infalible (hasta ahora) para sonsacarle una sonrisilla).

Nene: prrrrfff! (pedorretas varias y requeteregocijo mirando atentamente a su abuela).

Mamá de Filias casi hipando de la risa: – Si no lo veo no lo creo. Hay que ver que gracia tiene. ¡Ni te mira!

 

Afortunadamente he aprendido la lección. Tranquilidad y paciencia hasta que se adapte. Y por supuesto: nada de ir a recogerlo con la abuela. Si quiere sonrisas bonitas, que se lo curre, como los papás.