Ranking lector 2013

martes, 31 de diciembre de 2013

Hola a tod@s:

Ya acaba el año, y toca hacer un balance de lecturas que, este año pasado han sido en general bastante buenas. A continuación os dejo mi ranking particular de lecturas ya reseñadas.

En la categoría "Mejor déjala pasar"...

Pablo Ojer Londinium Days *
Blue JeansCanciones para Paula*

En la categoría "Están bien"


Aarto Paasilinna Delicioso suicidio en grupo **
Keigo Higashino La devoción del sospechoso X **
Barbara Ewing  Circo de fantasmas **
Lisa Kleypas El lago de los sueños **
T.S Learner El mapa **
L. Marie Adeline S.E.C.R.E.T **
 Edmund Crispin La juguetería errante  **
Colleen McCullough Muertes paralelas  **
Tom Harper Secretos de los muertos **
Hiromi Shinya La enzima prodigiosa **
Jaroslav Seifert Toda la belleza del mundo **
Javier Sierra El Maestro del Prado **




En la categoría "Lecturas entretenidas"




Enric Gonzalez Historias de Roma ***
Dolores Redondo El guardian invisible ***
Mikel Alvira Llegará la lluvia ***
Juan Rescalvo Somoza Gramos de papel ***
Emma Donoghue La habitación ***
Lorenzo Silva Nadie vale más que otro ***
Horacio Quiroga Cuentos de amor de locura y de muerte ***
Fran Portillo Oktur ***
Rosa Ribas Con anuncio ***
 Philippe Claudel La nieta del señor Linh  ***
Agatha Christie Cartas sobre la mesa  ***
Dan Brown Inferno  ***
Ursula Poznanski Cinco  ***
Delphine De Vigan Nada se opone a la noche  ***
Carlos Laredo El rompecabezas del cabo Holmes  ***
Quim Monzó Mil Cretinos ***
Ignacio Altamirano Clemencia ***
Patxi Irurzun La tristeza de las tiendas de pelucas ***
Joël Dicker La verdad sobre el caso Harry Quebert ***
Raymond Chandler El sueño eterno ***
Paul Auster La Musica del azar ***
Maritza Soler Cuando las vacas salen de paseo ***
Jeffrey Eugenides Middlesex ***
John Fowles
El coleccionista
***

Euripides
Medea
***
John Kennedy Toole La conjura de los necios ***














En la categoría "Imprescindibles"





Alejandro Romera Guerrero Kichay ****
Domingo Villar Ojos de Agua ****
Reyes Calderon  La venganza del asesino par ****
Arturo Perez Reverte El tango de la Guardia Vieja ****
Alicia Gimenez Barlett Nadie quiere saber ****
Lorenzo Silva La marca del meridiano ****
Jesús Carrasco Intemperie  ****
Irene Nemirovsky El baile  ****
Chinua Achebe Todo se desmorona ****
Joseph Roth La leyenda del Santo Bebedor ****
Amaia Cia Nada o que tienen que ver… ****













La leyenda del Santo Bebedor de Joseph Roth.

lunes, 30 de diciembre de 2013





Tras el disfraz de aparente sencillez con que se viste esta pequeña novela —en realidad responde más a los cánones de un relato extenso—, Joseph Roth nos presenta su testamento literario. La leyenda del santo bebedor es su obra póstuma, en la que el escritor volcó parte de su vida en el personaje principal.

Moses Josep Roth (Brody 1894-París 1939) fue un novelista y periodista austriaco de origen judío considerado uno de los mayores escritores centroeuropeos del s. XX. Es complicado dar datos veraces sobre su vida ya que el mismo escritor se dedicó a versionar su propia existencia de forma que hay datos que no están muy claros. Parece ser que nacio en Galitzia, en el seno de una familia judía y nunca conoció a su padre, ya que los abandonó antes del nacimiento de Joseph. Trabajó para diversas publicaciones, lo que le permitió viajar por europa. Se casó con Friederiche Reichler, aquejada de esquizofrenia e ingresada en diferentes sanatorios desde 1929, lo que le sumergió en una profunda crisis. Conoció su mayor éxito en 1932 con su obra La Marcha de Radezky, aunque en su haber hay varias novelas como Fuga sin fin, La leyenda del santo bebedor, La cripta de los capuchinos o La rebelión. Debido a su condición de judío, tuvo que trasladarse continuamente de una ciudad a otra aunque terminó residiendo en París, donde murió sumido en el delirium tremens.





A lo largo de los quince capítulos que componen la narración, podemos disfrutar con un ritmo ágil, de una lectura entretenida, un lenguaje adecuado, de alguna referencia bibliográfica interesante y del saber hacer de uno de los que se ha considerado de los mejores escritores centroeuropeos del siglo XX.



El azar y el destino (con tintes de fatalidad), una vez más toman cuerpo en una novela exquisita que nos muestra el ambiente decadente y bohemio de la Ciudad de la Luz. París es el escenario que elige Roth para presentarnos a Andreas Kartak, un clochard —para quien como yo, no sepan francés, esto es un vagabundo, un mendigo—que comparte sus origenes polacos y su gusto por el alcohol con el escritor.



El personaje nos recibe bajo un puente parisino, donde pernocta desde hace más de un año, y que será testigo mudo de su encuentro fortuito con la Fortuna. Entre las arcadas del viaducto, Andreas se encuentra con un anciano que, debido a su recién adquirida cristiandad, le entrega doscientos francos bajo la única condición de que se los devuelva —cuando y de la manera que pueda— como donativo a la imagen de Santa Teresita en la iglesia de Santa Maria de Batignolles. Aunque al principio se muestra reticente, Andreas termina aceptando el dinero ya que como hombre de honor que es, tiene la convicción y la determinación de devolverlo en cuanto le sea posible.




Esos doscientos francos que van a ir y venir de manos de Andreas continuamente — y que sugieren una relación paralela entre los milagros y el azar— mantendrán en vilo al lector durante todo el relato, ya que tantas veces como el mendigo recupera el dinero, lo ha de perder de manera inevitable. Porque pese a la buena voluntad de Andreas, el mendigo se ve constantemente incapaz de satisfacer su deuda; unas veces por disfrutar de nuevo de una vida medianamente“normal”, otras por su apego a la bebida, y en otras ocasiones por algún encuentro casual con una antigua amante o con un avispado amigo que le engatusará.




Estos altibajos emocionales de la novela son un recurso perfecto que usa el escritor para que conozcamos en pequeñas dosis la vida de este clochard: cuál fue su pasado, cómo llegó a ser un mendigo, porqué pasó una temporada entre rejas... Así, además de la intriga por saber qué sucede con los doscientos francos, Roth mantiene el interés centrándose también en el personaje.


No obstante, como crítica puntillosa al argumento os puedo decir que he encontrado un pequeño “gazapo” en la historia (que no influye en el devenir de la novela) porque a pesar de que Andreas en varias ocasiones revisa el dinero y confirma la cantidad que posee, hacia el final del libro se nos dice que el clochard no sabe contar, por lo que de ningún modo tendría forma de saber anteriormente cuántos francos tenía.


Puntillas aparte, creo que es un librito muy recomendable en el que el autor muestra su magia retratando con autenticidad las consecuencias que produce el alcohol en la vida de un bebedor; cómo monopoliza su existencia y la conduce por caminos que, de estar sobrio, probablemente serían descartados.



No quisiera dejar de señalar la fuerza de la última frase de esta novela, un ruego de labios de Roth que aproxima la difusa línea divisoria de lo imaginario del personaje con lo real del escritor:

“Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte”.

kokegoxo Leire

sábado, 28 de diciembre de 2013


El que espera desespera....¡Qué gran verdad! Allá por el verano os comentaba que mi cuñada estaba embarazada de una princesa. Leire. Y se supone que ya debería haber llegado, pero parece que ha decidido hacerse esperar...

Aunque claro, si en el entretanto podemos disfrutar de la nana que le han hecho con tantísimo cariño y delicadeza ¡parece que la espera hasta su llegada se ha de hacer más corta! ¿verdad? ¿Qué opinais?¿A que es una delicia?

A mi se me han puesto los dientes larguísimos. ¡Menudo regalazo!
Jorge, me quito el sombrero. Es preciosa.

"II Reto Cruce de Caminos Negro y Criminal"

viernes, 27 de diciembre de 2013

Acaba de llegar a casa el paquete de Ediciones Nalvay, los dos ejemplares que me tocaron en el sorteo del reto 2013 del blog de David, "Cruce de Caminos", que nos retaba a leer quince libros de novela negra en el sentido más amplio de la palabra.

Ni qué decir tiene que amén del premio, ha sido una gozada poder disfrutar como un niño chico con un caramelo descubriendo algunos autores desconocidos para mí hasta el momento, así que cuando David ha propuesto la segunda edición para 2014 no he podido resistirme, y os animo a apuntaros también porque a poco que os guste el género lo vais a degustar con verdadero placer.


Sus requisitos son muy sencillos:

1. Publicar las reseñas en tu blog o enviarselas a David para que él mismo las publique en su blog.
2. Dejar un comentario diciendo que quereis participar
3. Aunque no es necesario, es interesante hacerse seguidor del blog para poder seguir el reto.
4. Escribir una entrada individual en tu blog con el título "II reto Cruce de Caminos Negro y Criminal", donde se publicará el banner y el link para promocionar el reto. Además será la entrada en que añadireis los links de los libros que vayas leyendo según la siguiente indicación:NOMBRE DEL LIBRO (Editorial, año publicación), AUTOR, Valoración (del 5 al 10) .
5. Dejar el link de la entrada para que David pueda seguir vuestros avances
6. Os podeis apuntar en cualquier momento aunque debeis tener en cuenta que finalizará el 1 de diciembre de 2014 a las 00:00


¡En esta ocasión hay tantas categorias para los premios que es casi imposible que no os toque!
¿Os animais? Si es así, ¡nos cruzaremos en el camino!

Gracias a David por el esfuerzo y a Ediciones Nalvay por los ejemplares (tienen una pinta estupenda y ya estoy deseando hincarles el diente...)

LISTADO DE LECTURAS:
  1. MELODIA EN ALABAMA (Ediciones Nalvay, 2010) RICARDO ESPIN BUENO (6/10) RESEÑA
  2. SOLO UN MUERTO MAS (Tusquets, 2009) RAMIRO PINILLA (9/10) RESEÑA
  3. EL ORFANATO DE HESKINN (Amarante, 2013) JAVIER BERZOSA (6/10) RESEÑA
  4. LA ASESINA ILUSTRADA (Lengua de Trapo, 1996) ENRIQUE VILA-MATAS (6/10) RESEÑA
  5. EL AVISO (RBA libros, 2011) PAUL PEN (7/10) RESEÑA
  6. OUT (EMECE, 2008) NATSUO KIRINO (7/10) RESEÑA
  7. UN MAL PASO (Ediciones B, 2011) ALEJANDRO PEDREGOSA (9/10) RESEÑA
  8. LEGADO EN LOS HUESOS (Editorial Destino, 2013) DOLORES REDONDO (7/10) RESEÑA
  9. LA DECEPCION DEL CABO HOLMES (Editorial Sinerrata, 2014) CARLOS LAREDO (6/10) RESEÑA
  10. PEORES MANERAS DE MORIR (Planeta, 2013) FRANCISCO GONZALEZ LEDESMA (7/10)RESEÑA
  11. NOS VEMOS ALLA ARRIBA (Salamandra, 2014) PIERRE LEMAITRE (8/10) RESEÑA
  12. ALEX (Grijalbo, 2013) PIERRE LEMAITRE (6/10) RESEÑA
  13. OJOS DE HIELO (Planeta, 2013) CAROLINA SOLE (5/10)RESEÑA
  14. LA TRISTEZA DEL SAMURAI (Alreves, 2011) VICTOR DEL ARBOL (9/10) RESEÑA
  15. MUERTE SIN RESURRECCION (Amazon, 2012) ROBERTO MARTINEZ GUZMAN (6/10)RESEÑA

Nada o que tienen en comun un mago y un aprendiz de cartero de Amaia Cia Abascal

martes, 24 de diciembre de 2013





Daniel Sabecomo (hijo) no está muy conforme con el futuro profesional que parece que le corresponde. A pesar de ser hijo de una pitonisa y de un mago, él no está seguro de querer seguir los pasos de sus padres y continuar en el circo. Por eso, el hombre bala lo disparó por encima de las nubes, llevándolo lejos. Cayó justo sobre un castaño, que estaba cerca de la casa de Paulina, una peluquera algo soñadora que cree en las señales. Por eso  ella piensa que cuando reciba cuatro señales relacionadas entre sí, sabrá que algo va a cambiar en su vida. Así que quizás un árbol en Canadá del que brotan números, un pájaro diamante en Groenlandia, unas galletas en forma de trébol o una peculiar forma de embotellar los zumos pueden tener mucho más en común de lo que en principio pudiera parecer.



En las fechas que estamos, yo agradezco cualquier idea que les podamos dar a los Reyes Magos para los más pequeños de la casa. Así que, en este orden de cosas, cuando hace unas semanas me recomendaron la lectura de este libro que hoy os traigo, me animé en seguida a echarle un vistazo. Y ha sido un acierto total.



Amaia Cia Abascal (Pamplona, 1970), veterinaria, violinista y escritora, ha obtenido reconocimientos como el I Premio Mapendo de Cuentos infantiles con Margarita quiere fabricar montañas o el V concurso de Literatura Infantil Te lo Cuento Volando de Aena con Cuando Máximo se enamoró (2009). Ha colaborado en publicaciones infantiles y presenta su primera novela Nada o que tienen en común un mago y un aprendiz de cartero en este 2013.





 


Es de la serie Ala Delta, de la Editorial Edelvives y está dirigido a niños y niñas de diez años en adelante. Se trata de un libro realmente ameno y divertido pero que a su vez transmite una serie de enseñanzas importantes; una suerte de moralejas o aprendizajes propios del género infantil como pueden ser que nunca hay que perder la esperanza, que es importante perseguir tus sueños, que puedes cambiar aquello que no te guste y no debes tener miedo a volver a empezar o que debes aceptar los sucesos que vayan llegando a pesar de que no sean lo que tú deseas. Y por supuesto, lo que nos sugiere el título: que todos somos diferentes y sin embargo, tenemos muchas cosas en común.

La estructura del libro está realmente bien urdida. En los dieciocho capítulos de la obra, se van entrelazando la historia principal, y otras cuatro pequeñas narraciones que aunque en principio parecen muy diferentes al hilo principal, van desvelando algunos hilos conductores entre todas ellas. La escritora ha hecho en este aspecto un trabajo estupendo ya que, de esta forma, el joven lector puede ir conectando los capítulos (de modo que no pierde el hilo de la historia pese a ser ya un libro menos infantil), y desgranando la trama poco a poco lo que le proporcionará una agradable sensación de éxito y entusiasmo.

También Amaia ha utilizado en sus personajes la caracterización peculiar (no os podeis perder a Daniel Sabecomo padre, es mundial). Cada personaje es único, especial e identificable rápidamente, por lo que es muy sencillo para los niños poder imaginarlos (por otra parte, las preciosas ilustraciones del Ignasi Blanch también son muy interesantes).

Por si toda esta redondez fuera poca, la acción se ha beneficiado de un recurso que la autora ha utilizado de manera original e inteligente. Cada capítulo de la historia principal termina con una frase en la que la palabra “nada” está presente en sus diferentes acepciones, dando continuidad y fluidez a la trama.

Pero me gustaría dejar ahora de lado la parte formal de la novela para hablaros del contenido, que me ha encandilado. No sólo me parece un libro original, sino que me ha encantado el ingenio que destila cada una de sus páginas. En varias ocasiones las reflexiones de la obra me han hecho soltar una carcajada, y he disfrutado al máximo de todas las aventuras que suceden y que están relatadas con ternura, ingenio y sensibilidad.

Además, y por si todo lo anterior no fuera bastante, el 0,7% de las ventas del libro se destinarán a la ONG SED. ¿Qué más se puede pedir? ¡Nada! 



¿Os animais?
Feliz Navidad!

imagen vía:

www.fundrogertorne.org



La conjura de los necios de John Kennedy Toole

lunes, 23 de diciembre de 2013





Ignatius es un hombre muy particular; colérico, comilón, vago, dormilón, egoista y alejado de la realidad. Adicto a las sesiones cinematográficas de la sala P, viste de modo estrafalario (siempre lleva un gorro verde con orejeras), por lo que es difícil que su enorme corpachón pase desapercibido. Onanista y con una sensible válvula estomacal, reniega de la clase media aburguesada (les llama “subnormales enamorados de la televisión, de los coches nuevos y de los alimentos congelados”) y defiende una sociedad amparada en los valores tradicionales y basada en la “teología y la geometría”. Vive con Irene, su anciana madre aquejada de arturitis, en Nueva Orleans sin más oficio que levantarse de su camastro para pasar el día en sus ensoñaciones y curiosamente, pese a sus firmes convicciones asentadas en la lógica, cree en la Rueda de la Fortuna. Lo que se dice una joya, vamos.




John Kennedy Toole (Nueva Orleans, 1937-Biloxi 1969), novelista estadounidense, se graduó en Tulane y realizó posteriormente un graduado superior en lengua inglesia trabajando durante un año en la UL Lafayette. Tras esta etapa, trabajó como profesor en Nueva York e intentó doctorarse pero su deseo se truncó ya que tuvo que acudir al ejército, donde sirvió durante dos años.Cuando volvió a Nueva Orleans vivió una época algo disoluta hasta que trabajó en una fábrica textil (hechos que le sirvieron para configurar su obra).

Escribió su novela y trató de que se la publicaran, aunque no lo consiguió. Deprimido por esta causa, decidió suicidarse con tan sólo treinta y dos años. Una vez desaparecido, y gracias a su madre, la novela vio la luz e incluso llegó a ganar el Premio Pulitzer.


Un personaje tan lleno de matices es la excusa perfecta para que Toole nos introduzca de pleno en el ambiente de Nueva Orleans y nos presente una obra en la que con un ritmo bastante fluído, se generan varias subtramas interesantes que giran alrededor de la figura de Ignatius.


El autor nos deleita además con un desfile de personajes extraordinarios, cada uno de ellos con su propia voz ya que el Toole, manejando el lenguaje a su antojo, refleja a la perfección la dicción de Jones (un sencillo hombre de color), las peculiaridades del habla de Irene, la pseudo-demencia de la señorita Trixie, etc.


Así, durante catorce capítulos, disfrutaremos de todos ellos y de las peripecias de Ignatius, quien tras una hilarante presentación (en la que gracias a los ardides de Irene sale indemne de una posible detención), se ve obligado a trabajar para poder pagar los destrozos que ha causado su madre al chocar contra un edificio cuando iba al volante de su antiguo coche algo achispada.



Asi pues, de manera obligatoria, Ignatius ingresará en el mercado laboral dentro de las oficinas de una fábrica textil — “Levy Pants”—, donde inevitablemente, hará de las suyas y se proclamará fundador de las “Cruzadas por la dignidad Mora”, hecho que le supone el despido de la empresa, aunque no se irá sin rematar su paso por la fábrica con un “detallito” que pondrá la vida de la empresa en un precario equilibrio.


Presionado por su madre, volverá a buscar trabajo, esta vez de vendedor. Pero aquí el autor riza el rizo, y nos presenta una caricatura aún más llamativa. Ignatius se convierte casi en un esperpento, porque si ya el personaje se presenta de por sí estrafalario, imaginadlo llevando un carro de perritos calientes disfrazado de pirata. Surrealista total por mucho que la acción se desarrolle en Nueva Orleans. Tampoco en esta ocasión tendrá demasiada suerte, aunque su paso por esta empresa le permitirá contactar con algunos personajes que, a pesar de su diametral diferencia ideológica, aumentarán sus intenciones de cambiar el mundo desde la política constituyendo el “Partido de la Paz”.


Como es natural, nada ocurre según lo ha imaginado, pero el entramado que gira a su alrededor va poco a poco cerrando la historia en torno a este curioso personaje, llevándonos a un desenlace que demuestra la maestría del escritor, quien muestra un final que satisface tanto a los personajes que habitan las páginas de la novela como al lector.



En este próximo 2014 parece que las intenciones de llevar esta novela al cine se han hecho realidad, y veremos a Zach Galifianakis en la piel de Ignatius bajo la supervisión de James Bobins. ¿Quién se apunta a verla?

Feliz día.

El Coleccionista de John Fowles

miércoles, 18 de diciembre de 2013





 
En este relato de amor obsesivo, Frederick, introvertido y tan falto de educación como de afecto, se dedica a coleccionar mariposas y hacer fotogr afías. Un día, un golpe de suerte en las quinielas le permite poner en práctica un plan secreto: secuestrar a Miranda, una estudiante de arte a la que admira furtivamente, y encerrarla en el sótano de una casa de campo. A partir de ese momento, para él sólo queda esperar a que el aislamiento acabe por borrar los prejuicios de clase que dificultan su relación amorosa. Ella, una mujer tan inteligente como desesperada por recuperar la libertad, trata de ser comprensiva, pero no puede disimular cuánto odia en su captor el desprecio por todo lo humano.




Como lector hay a quien le interesa el trasfondo histórico de un libro, las descripciones que acompañan al argumento, o quien busca una traducción sea fiel o que el libro esté bien editado. A mi me gustan los personajes. Ver como evolucionan, diseccionar su entramado psicológico y sentir la magia que deposita el autor en una figura bidimensional para que salte de las páginas y se convierta por arte de birlibirloque en una persona, ficticia eso sí, pero una persona con todas sus contradicciones y la complejidad de su psique. Por eso me atraen, libros como este que os traigo, en el que el espíritu del personaje casi se puede estudiar.


John Fowles (Essex 1926 – Dorset 2005). Hijo de un comerciante de tabaco y una maestra, trabajó en la docencia tras licenciarse y servir en la Armada británica. Escribió varias novelas, siendo l “El Coleccionista” la que le catapultó a la fama. Varias de sus obras se han llevado al cine, como “La mujer del teniente francés” o “El Mago” con dispares resultados. Considerado por algunos críticos el padre del postmodernismo británico, murió en 2005 en su casa de Dorset





El argumento de esta novela gira en torno a Frederik - Ferdinand y Miranda, dos retratos psicológicos excelentes que nos muestran a dos personas totalmente diferentes. Él es un hombrecillo gris de clase media, aficionado a coleccionar mariposas, poco cultivado, con escasas habilidades sociales y poca iniciativa laboral. Ella en cambio, es una joven inquieta, estudiante de arte con inquietudes sociales e intelectuales, culta y de una esfera social superior.



El hecho desencadenante de los acontecimientos que nos narra Fowles es un golpe de suerte que tiene Ferdinand. Gana una importante suma de dinero en la loteria y decide cambiar un poco su vida. Envía a su prima y tía al otro lado del mundo, y se despide del trabajo. Se origina de esta manera un nuevo comienzo para él en el que gracias al dinero puede poner en práctica todo cuanto desee.

Y la desea a ella, a Miranda. Pero no desde una perspectiva amorosa clásica, sino desde un enfoque romántico pero anclado en las reglas de su imaginario personal.

Obsesionado como está por la muchacha, y convencido de que no puede acercarse a ella de manera natural, decide raptarla con la esperanza de que ella le conozca y cumpla sus expectativas afectivas. Así, desde su terreno de observador, de coleccionista, es capaz de observar a la muchacha tratando de cumplir su sueño e intentando entender una personalidad tan opuesta a la suya.


Fowles, precursor de los thrillers actuales, lleva (allá por los sesenta) a sus personajes al límite y al igual que otros autores (Auster, etc) obtiene de esta maniobra excelentes resultados que dejan al lector acompañado de una inquietud duradera gracias a la atmósfera opresiva que acompaña convenientemente el argumento.

También el tratamiento del lenguaje en el libro es interesante, puesto que lo que en un principio nos parece sencillo o pueril, se descubre posteriormente como la forma de expresión de Ferdinand, diametralmente opuesta a la de Miranda, como veremos en páginas posteriores.


La estructura del libro es otro de los puntos que redondea la obra, puesto que gracias a ella podemos conocer de primera mano los pensamientos de Ferdinand primero, y gracias al diario que escribe Miranda, el calado de los hechos en ella. Pero donde Fowles da el remate de gracia es en el epílogo. Allí el ánimo del lector, expectante y empequeñecido ante los acontecimientos y la génesis del mal sucumbe bajo las palabras del escritor.


Curiosamente, esta es una de las pocas veces que he encontrado críticas positivas a la versión cinematográfica de la obra, por lo que creo que será interesante acercarse a Terence Stamp y Samantha Eggar en la adaptación de “El Coleccionista” (1965).






Si os decidis a leer este libro, únicamente debo advertiros que hay que valorarlo y entenderlo en su contexto preciso; los sesenta, donde el suspense no estaba salpicado por tramas tan retorcidas como las que nos seducen ahora. No hay artificios ni sobrantes en esta historia que refleja fielmente cuanto pasa por la imaginación de una mente transtornada pero aceptada y disfrazada de normalidad en nuestra sociedad. Quizás por eso resulta tan escalofriante.

Cerrando el 2013.

martes, 17 de diciembre de 2013




Llegando estas fechas me gusta echar un vistazo hacia atrás. Sin ser todavía el tiempo de los balances (me parecen más apropiados para comienzos de año, una vez que ya se ha terminado el ciclo), vuelvo al principio de este 2013 e intento ver qué me ha deparado este período. Además, en mi opinión, este ese el momento adecuado también para ir perfilando los objetivos que quiero alcanzar el próximo año, y que —lo tengo claro— van a ir dirigidos en dos direcciones complementarias: la lectura y la escritura.



De estos meses pasados y a nivel lector, estoy bastante satisfecha porque ha sido un año de descubrimientos en general bastante positivos (tanto de obras como de autores) gracias tanto al reto de Meri como a las estupendas reseñas de la blogosfera. En estos meses me he encontrado blogs tan interesantes como las personas que mueven sus hilos (y con las que a las que espero ir estrechando lazos virtuales poquito a poco).

No obstante, he leído algo menos de lo que esperaba, porque he retomado otra actividad que también me apasiona (y que me ha proporcionado muchas alegrias a lo largo de estos meses): la escritura.



En este orden de cosas, he estado alimentando la centrifugadora como os comentaba, y he llegado a la conclusión de que para este 2014, voy a darle un pequeño giro al blog. No sólo reseñaré libros, sino que también trataré de postear algunos “micros”, mostrar algunas citas que me han parecido interesantes y rescatar del recuerdo algunos momentos musicales.

Pretendo además llevar a cabo una pequeña iniciativa en la que me encantaría contar con vuestra participación. Una vez al mes plantearé un tema relacionado con la lectura (hábitos, motivación para la elección de un libro, etc), que espero nos divierta y me ayude de alguna manera a ampliar horizontes respecto a la escritura.



Claro que, como consecuencia, tendré que ser más selectiva respecto a los retos en los que participe porque la experiencia de este año me ha dejado claro que no puedo abarcar tanto. Me gustaría llegar a todo, pero es una meta inalcanzable en este momento. Además, he repasado la “lista infinita” y habida cuenta de que este año ha crecido exponencialmente, otro de los objetivos a tener en cuenta será ir rebajando un poquito el número de ejemplares pendientes, cosa que podré alcanzar con más facilidad si no tengo que “cuadrar” las lecturas con el reto correspondiente.



¿Y vosotr@s? ¿Revisais el año antes de que acabe?

Y si es así, ¿qué tal os ha ido?

Soy toda oídos...

Proyecto de Diciembre Filias: “El Profesional”

lunes, 16 de diciembre de 2013




Hoy la entrada la propone Isi con su Proyecto Mensual (al que os animo a sumaros), que en diciembre gira alrededor de la literatura relacionada con nuestras profesiones. Un tanto complicado, pero bueno, vamos a ello. Y en mi caso, por desgracia, se cumple aquello de que una propone y luego, la vida dispone.

Así que, con la venia de Isi, os hablaré de la profesión para la que me formé y el libro relacionado con ella que os recomendaría leer (aunque luego haya terminado trabajando en algo que nada tiene que ver con este oficio): “El Antropólogo Inocente” de Nigel Barley.


¿Por qué he elegido un libro sobre esta profesión y no la que desarrollo habitualmente? Porque la añoro. Os pondré en antecedentes. Pertenezco a una “generación engañada”, a aquella que engatusaron con lo del JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, ¿recordais?) y que creían inocentemente que con una buena formación el mercado laboral abriría sus puertas para recogerlos amablemente. No nos prepararon para la jungla que luego descubrimos. 



En aquella época lo importante era estudiar, y valer para ello, claro. El que no “valía” iba para FP. Ja. Años después se ha demostrado que quienes estudiaron en talleres de formación profesional han tenido un empleo estable en un alto porcentaje mientras que los “valiosos universitarios” han caído en otras redes—esta vez es la titulitis: masters, congresos, etc— con la que pretenden arañar un puesto de trabajo en el magullado mercado laboral.

Conste que no me arrepiento en absoluto de mi formación universitaria, pero si que me siento defraudada. En mi caso (yo estudié Trabajo Social) el encuentro con el mercado laboral era aún si cabe más sangrante. Sólo existía el voluntariado o la oposición si tenías la suerte de que tus padres te “mantuviesen” los años necesarios para que saliera la esperada oferta y pudieras hacerte con el puesto. Mucha suerte y muchos años. Demasiados. Así que la vida me llevó por otros derroteros.


Sin embargo, hoy voy a retomar la ilusión por las materias impartidas y por aquella sensación de estar aprendiendo un oficio con una consecuencia social, un oficio que haría mejorar las condiciones de los más desfavorecidos: Trabajo Social. 




 







En relación con esta profesión, recibimos clases de Psicología Social, Derecho, Sociología, Estadística, y Antropología entre otras. Así que cuando Isi propuso su proyecto para mostrar un libro que tuviera relación con nuestra profesión o que pudiera acercar ésta a los lectores me acordé de “El Antropólogo Inocente”, una novela que muestra la labor del antropólogo desde un ángulo de vista nunca usado hasta el momento en esta disciplina: el humor.

Se trata de un libro entretenido en el que se demuestra que la puesta en práctica de los conocimientos que hemos interiorizado para nuestra profesión no siempre es tarea fácil. Y así nos lo demuestra el protagonista, Nigel, un antropóloo que tiene ya superada la barrera de los estudios y la docencia, pero que tiene pendiente una labor que parece ser absolutamente necesaria para convertirse en un buen profesional: el trabajo de campo. 




Esto, en Antropología se traduce como el estudio del comportamiento humano en un grupo (que generalmente y para cumplir las expectativas docentes y sociales suele ser una tribu olvidada de algún remoto lugar). Todo muy bucólico y sencillo a priori, pero Nigel descubrirá y nos mostrará que nada es simple cuando se trata de burocracia, y que sus conocimientos académicos no le servirán de mucho en África con la tribu de los dowayos.

El encontronazo cultural y social entre el antropólogo y la tribu va a deparar situaciones tan hilarantes como comprometidas para Nigel (descubrirá no sin dificultades que una entonación diferente para una misma palabra puede dar resultados espinosos, o que los dowayos no derrochan palabras entre quienes piensan que no les están prestando atención, lo que entorpeció gravemente su tarea de investigación ), y se encontrará cara a a cara con las enfermedades que sufrirá por estar expuesto a otro entorno, y con la distancia de su grupo de pertenencia (su tierra y familia).

Pero lo interesante de la lectura de esta obra es qué podemos sacar de ella, qué podemos aprender de un texto antropológico (aunque novelado). Así, como en aquel “Experimento Sociológico” que satisfacía nuestras inclinaciones más cotillas y que ya lleva unas trece o catorce ediciones televisivas, este libro, además de saciar nuestra curiosidad acerca de otras culturas, quizás nos deje saber también algo crucial sobre nosotros mismos.

El libro nos planteará interrogantes acerca de la existencia, de la cultura, de la supremacía occidental (europea en este caso) y la necesidad o no de civilizar, convertir y occidentalizar las tribus salvajes. Y aprenderemos que, nunca la observación (sea cual sea el objeto/situación/ persona investigado) va a ser objetiva, por mucho que lo creamos.

Con la necesaria distancia que facilita la lectura de esta obra, advertiremos que todo cuanto está a nuestro alrededor pasa por el tamiz propio de nuestro universo personal y cultural, y si somos lo suficientemente hábiles (esto es lo realmente complicado), podremos tenerlo en cuenta para manejar esa baza a nuestro favor tratando de evitar en lo posible, juicios moralizantes. O por qué no, para entender quizás un poquito mejor al prójimo. Casi nada.





Y vosotr@s, ¿Qué libro relacionado con vuestra profesión recomendaríais?

¡Soy toda oídos!

Feliz día.