Microfilias: Tino

Bailamos. Los diamantes se balancean sobre su piel mientras mi estudiada sonrisa, a medio camino entre la inocencia y la picardía, hace el resto. Finalmente, y según lo esperado, la llave de su habitación se desliza en mi bolsillo, materializando mis sueños. «Mucho más placentero que un atraco en las calles; sutil y menos peligroso» me digo mientras rodamos desnudos sobre la cama. Ya lo imagino: Niza.Un Porsche. El Ritz... Envuelto en su aroma, no advierto el destino de sus manos hasta que noto la presión afilada de la navaja en mi cuello. Suspiro resignado. Qué puntería.

Mi aportación a las BSO de La Ventana (Inspirado en "Mack de Knife")