Peores maneras de morir de Francisco González Ledesma

miércoles, 6 de agosto de 2014




 El brutal asesinato de dos chicas en el barrio del Raval pone en alerta al inspector Méndez, a quien no le falla el olfato para tirar del hilo y descubrir que, detrás de tal atrocidad, se oculta una sórdida organización internacional dedicada al tráfico de bellas mujeres eslavas. Peores maneras de morir es una radiografía social de la Barcelona actual, en la que los ideales del pasado se han rendido ante un capitalismo feroz que, ya sin enemigos que lo contengan, ha convertido a los seres humanos en una mera mercancía. La Barcelona de Méndez está desapareciendo y, tal vez, el viejo policía lo haga con ella.







Yo creo que el verano se presta a lecturas interesantes, con contenidos más ligeros, acordes con el sol, el tiempo libre y el disfrute en general. Así que vuelvo a la novela negra. Y con muy buenas sensaciones.

Este Peores maneras de morir es la última entrega de la saga iniciada por Francisco González Ledesma y protagonizada por el comisario Méndez, un personaje que me ha conquistado. Este hombre es una especie en vias de extinción, un policía con alma quijotesca, encargado (porque él lo ha querido así) de velar por aquellos “daños colaterales” que tan inevitables son en algunos de sus casos. De esta forma, igual se hace cargo de unos animales que han quedado abandonados como adopta una figura paternalista frentre a los descendientes de algunas víctimas. Todo ello con una fina conciencia moral (la suya, que no siempre coincide con la legalidad) en un ambiente en el que la corrupción es lo más habitual.

 Francisco González  Ledesma (Barcelona, 1927) es un prolífico escritor, novelista, guionista abogado y periodista. Conocido también por varios seudónimos como Enrique Moriel, Silver Kane, Taylor Nummy, Silvia Valdemar, Rosa Alcázar y Fernando Robles, sus últimos trabajos están dedicados al género policiaco, siendo considerados además como impulsores de la novela negra social en España. Fue redactor jefe de La Vanguardia, puesto en el que obtuvo un conocimiento extenso de Barcelona ; nociones que posteriormente utilizará en sus novelas. Su extensa bibliografía se ha visto salpicada de múltiples premios: Premio Internacional de Novela por Sombras viejas (1948); Premio Planeta con Crónica sentimental en rojo (1984),  y Premio Mystére en 1986 y 2005 con La Dama de Cachemira y Cinco mujeres y media . Sus últimos galardones han sido el Premio Hammett con El pecado o algo parecido (2002), y en 2007 el RBA de Novela Negra con Una novela de barrio.

Con un estilo particular, en el que las frases cortas son un recurso característico junto con algunas metáforas interesantes, González Ledesma enriquece la narración con  expresivas descripciones en un lenguaje sencillo y visual, centrando su interés (y al del lector con él) en asuntos tan dispares como en un escenario particular o en las piernas de un personaje, y en ambas ocasiones con un excelente resultado.

La trama está bien construida, y es un ejemplo más de que la verosimilitud de una historia no reside en introducirse por laberintos complicados para crear un escenario firme, sino que simplemente con una narración concisa y sencilla es suficiente para que el lector imagine el ambiente adecuado sin falta de demostrar cuánto se ha documentado el autor para escribir su obra. Pero no penseis ni por un instante que se trata de una novela en la que los temas escabrosos se tocan de forma superficial porque no es así; el autor no se ahorra algunos pasajes bastante duros que apoyan la historia y la hacen más creíble.

Quizás he echado de menos algo más de profundidad en algunos personajes; por ejemplo en el antagonista. Un poco más de calado psicológico de Muller en concreto, creo que enriquecería la obra, aunque lo más destacable en cuanto a los protagonistas es que el autor retrata a la ciudad de Barcelona como un personaje más, aunque con cierta debilidad hacia ella, con un cariño palpable. Denota que la conoce a la perfección, que sabe tanto de las cicatrices de su pasado como de sus heridas recientes, y nos muestra las coordenadas precisas para situarnos entre sus calles y disfrutar del carácter sensitivo de los detalles que nos revela.

Así que si buscáis una lectura ligera, entretenida y bien construída; una novela negra con unos personajes interesantes y digerible a pesar del género y de algunos momentos duros, os la recomiendo.

Feliz día.


4 comentarios :

  1. La tengo anotada desde hace tiempo por otras reseñas, hay tanto por leer que a ver cuando consigo hacerle un hueco
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    1. Ay, Tatty te entiendo perfectamente... La "infinita" crece exponencialmente, pero yo tengo cada vez menos tiempo...
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  2. La verdad que no estoy teniendo suerte con las lecturs ligeras que intento leer, no por nada, sólo porque el calor me tiene embotada y no me deja concentrarme en lecturas con más enjundia. Pero no acierto. Así que voy a tener en cuenta esta que nos traes, que al menos está bien construida.

    Besos

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    1. A ver si los próximos días bajan un poquito las temperaturas y te permiten disfrutar de las lecturas, Ana. Espero que lo hagas y que, como siempre, nos lo cuentes como sólo tú sabes hacerlo.
      Un besote

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