ENTC: El maridaje perfecto.

lunes, 30 de marzo de 2015

Este año las reglas han cambiado en ENTC, ahora tenemos más retos paralelos y los microrrelatos de siempre pasan a ser trimestrales. Bueno y malo. La parte positiva es que dispongo de más tiempo para discurrir y pensar el relato, pero por contra también me pierdo muchas iniciativas porque mi tiempo es muy limitado. Bueno, no se puede tener todo…
Para este trimestre, la temática era Santa Teresa y debíamos insertar en el texto uno de los versos de este poema:


¡Ay que larga es esta vida!
¡qué duros estos destierros!
¡esta cárcel, estos hierros 
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

Y esta es mi propuesta. Espero que os guste.


Lo tenía todo listo; planificado de antemano, como a ella le gustaba. Cuando volvió del restaurante bebió un largo sorbo de vino narcotizado, echó un último vistazo al retrato que presidía la pared, y se abandonó al letargo.

Atiéndame, niña. Yo también sufría, como usted. ¿Ve las espinas alrededor de mi cuello? Vivía cautiva en esta cárcel, estos hierros que postraban mi cuerpo y condenaban mi alma a la vida que ya no quería… Mire el colibrí colgando como un dije funerario, niña. Nuestro amor se convirtió en una soledad infinita con cada desliz de Diego, y cada niño malogrado… La esperanza dejo de llamar a mi puerta. Pero hoy, si pudiera, no renunciaría a la lucha, no le dejaría ganar la partida al dolor… Despierte, niña.¡Despierte!


Un ruido de cristales rotos la despertó y se incorporó sobresaltada. Miró la pared vacía y deslizó su vista hacia el suelo, desde donde Frida la miraba fijamente sobre un manto de cristales rotos. Derribó el resto del vino con un manotazo seco. «Los somníferos y el vino no son el perfecto maridaje», concluyó comenzando a recomponer su ánimo quebrado. Probablemente Raúl y ella misma tampoco lo fueran.




Contra las cuerdas de Susana Hernández

jueves, 26 de marzo de 2015




Titulo: Contra las cuerdas

Autor: Susana Hernández

Editorial: Alrevés

Año edición: 2012








Contra las cuerdas es una novela negra que discurre en la actualidad y ambientada en Barcelona, aunque el devenir de los acontecimientos nos acerque en ocasiones a la Costa Dorada. La inspectora Santana ha roto con su novia y está en pleno duelo por ello, tiene una complicada relación con su madre (que además ha sido agredida y está ingresada), y por si esto fuera poco, ha comenzado a recibir amenazantes anónimos. Vázquez, por su parte, está en plena crisis vital premenopáusica, y ni tan siquiera los encuentros con su joven amante le dan un respiro emocional. Se siente tan hastiada que incluso está valorando dejarlo todo e irse a Andorra.

Las inspectoras deben sobrellevar este entorno personal tan convulso para poder resolver el caso del “violador del cuchillo”; un asesino en serie que agrede a sus víctimas con un cuchillo jamonero para asfixiarlas posteriormente. Un caso duro, que amenaza con destrozar incluso el círculo más cercano de una de ellas y que supone un desafío para ambas, pues la conducta del asesino no se corresponde con el modus operandi habitual de estos criminales.

En cuanto a la estructura, la historia comienza in media res, con un capítulo inquietante, que golpea al lector de lleno y le hace caer inmediatamente en la red que Susana Hernández ha tejido con auténtica habilidad y frescura al amparo de las normas que exigen las novelas negras; con un ambiente oscuro y una realidad cuajada de momentos crudos. No hay morbo ni alardes acerca de la homosexualidad de la protagonista ni tampoco la autora se ensaña en descripciones demasiado sangrientas de los crimenes; el estilo natural de Susana es impecable.
Su prosa ágil y su estilo directo convencen desde el comienzo y la intriga, que desarrolla a lo largo de las páginas, está magistralmente dosificada. Tanto, que es probable que no podais dejar de leer aunque querais hacerlo (avisados estais). La novela, de ritmo frenético en muchos casos, se narra desde dos puntos de vista: el de un narrador omnisciente y el de la sexta víctima del asesino, que nos va desvelando sus emociones y sensaciones en pequeñas secciones, y cuya identidad será uno de los interrogantes que más misterio incluya en la acción (en ocasiones incluso más que conocer quién es el asesino). Los saltos temporales también apoyan y ayudan a la tensión narrativa junto con las subtramas (inteligentemente desarrolladas) que revela la escritora poco a poco.

Pero si he de decantarme por algo en este libro, es por los personajes principales y su entramado. La relación entre las dos protagonistas es una auténtica maravilla. El calado psicológico es muy bueno y además son caracteres complementarios (al estilo del Caldas y Estevez de Domingo Villar aunque salvando las distancias), por lo que su relación está repleta de diálogos vibrantes cargados de humor. Santana es más joven y aguda en sus deducciones, impulsiva y un hervidero de contradicciones, mientras que Vázquez es un torbellino emocional, afilada y dura en sus réplicas aunque al mismo tiempo, se muestra cariñosa e incluso maternal con Santana. Ambas forman un tandem que me ha hecho disfrutar y me ha encandilado desde la primera página.

Y si he de poner algún pero...es que se trata del segundo libro de lo que parece una serie muy interesante. Por eso, aunque es autoconclusivo, la autora nos deja algunos hilos sueltos, que supongo se irán resolviendo en la tercera entrega. Así que si buscais una lectura ágil, llena de giros inesperados, con un ritmo de thriller y lleno de intriga...Esta es vuestra novela. No os digo más.


Feliz día.
 

Microrec: Que el ritmo no pare, abracadabra.

martes, 24 de marzo de 2015





Mundo interior

Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bosillo de su pantalón entre cientos de letras temblonas y enrevesadas como fórmulas matemáticas.En algún lugar de aquellas páginas arrugadas por el uso debía estar el pictograma que buscaba, la imagen correcta, pero le estaba costando encontrarlo. Sudaba profusamente ante el desafío que suponían aquellos colores y siluetas mientras trataba de mantener la calma. Dejó caer las manos a los lados, cerró los ojos y tomó aire lentamente antes de volver a empezar. Cuando lo hizo, encontró la correspondencia adecuada en la tercera página y pudo franquear la puerta de la panadería. Tras el mostrador, César le sonreía como cada mañana.





Birlibirloque


Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón, donde registraba minuciosamente a cada paseante. Humedecía con su lengua un dedo tiznado de carboncillo y empuñando el lapicero como si de una varita mágica se tratara, dibujaba un par de trazos sinuosos en las breves páginas cuadriculadas aumentando las orejas prominentes en algunos casos o, reduciendo al mínimo las barbillas diminutas si así lo requería el retrato. Solo cuando se sentía satisfecho con su trabajo, entornaba la mirada para observar cauteloso la pequeña libreta desde donde se asomaba al mundo, por arte de birlibirloque, una criatura histriónica que caminaba junto al atónito viandante mostrando su asombroso parecido.




Polvo eres

Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón; la que le había dado el primer hombre que visitó la casa. El mismo que ahora descansaba con la mirada turbia y el pecho desinflado en el cuarto oscuro contiguo a la caldera. Esperando su turno.

Apuestas semanales al REC (yo sigo cruzando los dedos y conjurando el abracadabra para que las musas no se vayan...)

Radio Filias: A la sombra de un león - Ana Belén

lunes, 23 de marzo de 2015




Siempre me ha sorprendido la capacidad de los letristas para contar con acierto, en tan sólo dos minutos y con los bises de los estribillos, historias como por ejemplo “Cruz de Navajas” o esta “A la sombra de un león”. Reducir a la mínima expresión la narrativa sin perder por ello ni un ápice de sentimiento me parece un trabajo casi de prestidigitadores, ¿no os parece? Así que, en esta ocasión creo que la letra será hoy la mejor presentación para el rincón musical.

Llegó con su espada de madera 

y zapatos de payaso a comerse la ciudad 

compró suerte en doña Manolita 

y al pasar por la Cibeles quiso sacarla a bailar 

un vals como dos enamorados 

y dormirse acurrucados a la sombra de un león.

—¿Que tal?, estoy sola y sin marido 

gracias por haber venido a abrigarme el corazón. 

Ayer a la hora de la cena 

descubrieron que faltaba el interno dieciséis 

tal vez disfrazado de enfermero 

se escapo de Cienpozuelos con su capirote de papel 

A su estatua preferida un anillo de pedida 

levanto en El Corte Inglés 

con él en el dedo al día siguiente 

vi a la novia del agente que lo vino a detener. 

Cayó como un pájaro del árbol 

cuando sus labios de mármol lo obligaron a soltar.

Quedó un taxista que pasaba 

mudo al ver como empezaba la Cibeles a llorar 

y chocó contra el Banco Central, 

y chocó contra el Banco Central, 

y chocó contra el Banco...

Conocida por haber sido interpretada por Ana Belén, la letra de esta canción oculta a un narrador en esta ocasión tierno y emotivo que compartió escenario con la cantante para poner voz a esta preciosa fábula: Joaquín Sabina. Y es que “A la sombra de un león” llega e impacta más que por su melodía, por la deliciosa historia que cuenta.





Recomendación literaria: 

 Puesto que hablamos de una locura sin violencia, más bien tierna, pienso que tiene sentido que la recomendación literaria de hoy sea: “Los renglones torcidos de Dios”; un libro que he releído en varias ocasiones y cuyas descripciones de los internos y sus enfermedades nunca me dejan indiferente. ¿Lo conocéis? Si no es así, os lo recomiendo.



Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o padece realmente un grave y peligroso trastorno psicológico.

El pantano de las mariposas de Federico Axat

jueves, 19 de marzo de 2015




Titulo: El pantano de las mariposas

Autor: Federico Axat

Editorial: Ediciones Destino

Año edición: 2013











Era inevitable. Después de varias lecturas entusiasmadas, parece irremediable que llegue un libro con el que no conectes demasiado o donde el interés decaiga. Pero bueno, no me adelanto y paso a daros mis impresiones.
La novela comienza con un pequeño prólogo sobre un acontecimiento de 1974, cuando Christina Jackson y Sam, su hijo, tienen un accidente en su coche. Las causas del accidente no quedan claras, y tampoco se sabe qué ha pasado con el cuerpo de Christina. Según la versión oficial, se lo llevó el río, pero existe otra explicación no oficial que un vecino de Carnival Falls defiende con seguridad y que implica la existencia de vida extraterrestre. Frente a estas dos corrientes, Sam tiene la suya propia que brota de sus recuerdos pero que no entiende muy bien (tan solo tenía un año cuando todo sucedió) y para más inri, no coincide con ninguna de las dos versiones anteriores.

Tras este desgraciado suceso, Sam ingresa en una especie de orfanato; una granja de acogida dirigida por Amanda y Randall donde amistades y enfrentamientos se sucederán durante el verano de 1985. Pero no será solo esa etapa preadolescente en la granja la que nos relate Federico Axat, sino que tras los ojos de Sam y junto con sus amigos Billy y Amanda, iremos recorriendo los senderos de las amistades que se forjan, de los sentimientos desconocidos que nacen por primera vez, y al amparo de inevitables referencias como “Los Cinco”, “Tom Sawyer”, “Cuenta conmigo”, “E.T” o “Los Goonies” (es imposible no acordarse de ellos durante la lectura), descubriremos misterios y desvelaremos verdades ocultas que algunas personas han intentado mantener silenciadas durante años.

Reconozco que la ambientación del libro, para quienes hemos crecido más o menos en aquella época, es, cuanto menos, evocadora porque a pesar de las diferencias (la historia transcurre en Nueva Inglaterra), hay muchos nexos comunes. Sin contar con el ingrediente nostálgico, que nos deja un poso dulce y algo tristón en el cielo del paladar.

Federico Axat lo hace muy bien. Es difícil tratar un punto de vista en primera persona en un personaje adolescente sin que caiga en el infantilismo o sin que resulte demasiado adelantado a su edad. En este sentido, el escritor hace una labor estupenda pues las voces de todos los personajes son coherentes y acordes a sus edades. Todos los personajes están bien definidos y son creíbles. A ello contribuye también el epílogo del libro, donde Federico nos revela qué pasó con sus vidas en los años posteriores a aquel verano tan especial.

Otro punto a favor de El pantano de las mariposas es que el autor responde a todas las preguntas que el lector se va haciendo conforme lee sus páginas y no renuncia a un léxico cuidado, a unas descripciones muy interesantes y a un vocabulario rico, incluso lírico en muchos pasajes. Tan solo la sensibilidad y delicadeza del prólogo, ya te atrapa.

Pero aunque he disfrutado con su lectura, hay algo que no me ha terminado de convencer, y es el tema sobrenatural. Ya sabéis que no soy muy amiga de estos asuntos, pero si la trama lo pide y el tema está bien introducido, no me resulta problemático. Lo suelo aceptar. En este caso, sin embargo, a pesar de que la finalidad del tema es resolver una de las preguntas dramáticas de una subtrama, y que los extraterrestres estaban de moda en los ochenta, el tratamiento de este hilo argumental me ha parecido algo artificial.
Otro punto curioso de la novela es el giro final en el desenlace, que, por razones obvias no desvelaré. Pero sí que me parece importante comentar que, a mi juicio, la novela se sostiene igual sin ese último matiz que sorprende al lector y le hace leer los mismos párrafos varias veces.

Así que si quereis una novela sencilla, sin grandes pretensiones pero con cierto aroma a nostalgia, de fácil lectura y entretenida, os la recomiendo.


¿Conocíais al autor?¿Y la obra?
Feliz día.