El método de Andrew Stanton (Las claves de una gran historia)

lunes, 27 de abril de 2015







Quizás el nombre no os sugiera nada, pero si os digo que es el creador de la película de dibujos animados Nemo, puede que os suene un poquito más, ¿verdad? Hace un tiempo, A. Stanton dio una charla acerca de cuáles eran las claves de una gran historia, y aunque él se refería al campo cinematográfico, pienso que también sus ideas son aplicables a otras disciplinas como la escritura.

  • No pierdas de vista el objetivo: Es el puntal de la historia, donde debemos dirigirnos. ¿Para qué cuentas esta historia? ¿Porqué cuentas esta historia? Piensa en el objetivo y si puedes, ve más allá. Siéntelo de alguna forma, así podrás contar tu historia con una veracidad que sería difícil trasladar de otro modo. Si una narración no tiene objetivo, se queda en una mera estampa porque no hay un núcleo sobre el que sustentar el argumento.
  • La importancia del protagonista. Construye un personaje que al lector le resulte interesante y preséntalo cuanto antes. Cúbrelo de detalles realistas para que no sea plano, para que al lector le importe y no le sea indiferente. No importa que la historia que protagonice sea previsible —hasta cierto punto—, siempre que el personaje haya calado en el lector.
  • Asegura al lector que la historia será relevante. Comienza tu historia con una escena especial que augure una historia en la que convenzas al lector de que merece la pena seguir leyendo. Piensa la manera de intrigar, de sorprender a quien se asome a tu texto, y hazlo a conciencia porque en esos primeros párrafos te la juegas.
  • El lector es un ser activo. Ten en cuenta que no sólo imagina el escenario y los personajes que tú has creado, sino que también debe implicarse en la historia y trabajar en ella incluso sin darse cuenta. Hazlo posible dejándole pistas que deba unir para elaborar algo relevante en la historia. No es necesario que sea complicado, simplemente es una motivación para que se enganche a tu narración.
  • Se original. No tanto a la hora de argumentar una historia, sino a la hora de contarlo. En el mercado hay miles de libros, miles de películas, miles de canciones de amor. Pregúntate porqué si todas hablan de lo mismo, por previsible que sea el desenlace, unas funcionan y otras no. Exacto. Es la forma de presentarlo, tu punto de vista será siempre diferente, original, porque es el tuyo.
  • Dota a tus personajes de alma. Son seres de ficción, estamos de acuerdo, pero los personajes deben tener calado, profundidad, porque si no es así se quedan en la estructura, en un arquetipo inverosímil para el lector. Y si el lector no siente empatía (ojo, que no simpatía) por un personaje, ¿qué motivación le va a impulsar para continuar leyendo? Tu personaje debe tener un objetivo, un deseo que le guíe, algo que le obligue a actuar.
  • Ofrece intriga. Tan importante como unos buenos personajes o la forma de presentar tu narración es que esta le resulte interesante al lector de alguna manera. Que le haga continuar leyendo. Buscamos que nuestra historia capte al lector/espectador/oyente y le suceda aquello de “un capítulo más y lo dejo” para darse cuenta después de que ha estado tan absorbido por la lectura que no se ha dado cuenta de que son ya las dos de la mañana. ¿Cómo lo conseguiremos? Con esta ecuación: INTRIGA = ANTICIPACION + INCERTIDUMBRE.
  • Conmueve. Es lo importante. Si el lector/ espectador/ oyente, se implica, se conmueve, tienes la partida ganada. Si. Lo sé. No es fácil. Intenta conmover desde el ángulo que mejor domines o desde el que mejor se corresponda con tu historia; desde el asombro, desde la fascinación, desde las emociones siempre. Esa es la clave.
  • Se tu mismo. No intentes disfrazarte de otro autor, no cuentes las cosas como lo hacen los demás. Cuenta tu verdad. Dale a la historia el color con el que tú la ves y vuelca en ella todo lo que eres. Busca tu propia voz y cuando la encuentres, dale alas.
  •  La Gestalt a tu favor. La corriente de Psicología nominada Gestalt defiende que nuestra mente es incapaz de dejar un hueco sin rellenar. Establece que necesitamos acabar las frases, rellenar la información que falta. Es inevitable para el ser humano. ¡Aprovechémoslo! Muestra pero deja algún hilo suelto, algún campo sin rellenar. Sugiere; usa la elipsis y verás los resultados.



¿Qué os han parecido los consejos? ¿Creéis que son aplicables a la tarea del escritor? ¿Os parecen útiles? Como siempre, los comentarios a vuestra disposición.

2 comentarios :

  1. Te vas a reír, cuando he leído los de los flecos sin atar, y usa la elipsis de primeras he leído "pelvis" y yo ¿cómo?¿cómo? ¿cómo? jajajajaja No sé como estaba utilizando lo de la Gestalt, me parecen unos consejos muy sensatos y adecuados. Creo que sobre todo es importante eso tan "metafísico" de busca tu verdad, como dice Wilde: Sé tu mismo, los demás puestos están ocupados.
    Besos

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    1. Jajajaa la de veces que me ha pasado eso. Leo tan rápido que no leo lo que realmente pone y claro, se me suele quedar una cara de interrogante...jaaa. Muy bueno lo de Wilde, no lo sabía, pero ¡me encanta! Apunto la frase, guapa.
      Mil besos

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