Tarantino y Agatha Christie: parecidos razonables

jueves, 11 de febrero de 2016




¿Tarantino y Agatha Christie juntos?  Izaskun, maja, pero ¿qué estás diciendo? ¿A qué viene esta entrada? 

 
Ya está. La hemos perdido. Pobrecica. Con tanta novela negra se le han derretido los sesos como al Quijote.


No, tresena. (Aún no, al menos).
Os lo contaré. 


Reconozco que soy una tía bastante cuadrada, de esas que para tener cierta tranquilidad en su vida hace listas de pros, contras, proyectos y un largo etcétera. 


 

A principios del pasado año, proyecté mis objetivos de escritura hacia la formación y por eso, además de leer teoría casi hasta el infinito, cursé dos talleres: Cómo escribir un cuento y el Taller de Novela Policíaca. Y estoy muy satisfecha con ellos, pero este año, gracias a la reflexión de un magnífico escritor, quien en una de sus charlas acerca de la teoría y la práctica literaria apuntilló que «el filólogo es al escritor como el ginecólogo al buen amante», me he propuesto llevar  lo que he aprendido a la práctica

Y compartirlo contigo.

 

De ahí el post acerca de los no-superpoderes, y la colaboración en Ateneo Literario sobre las aportaciones prácticas del festival Pamplona Negra. Y de ahí también la entrada de hoy. 



¿Y lo de Quentin y Agatha?

Ya va, ya va.

Lo confieso. Me gustan las películas de Tarantino. Me encantan sus personajes y los diálogos que éstos mantienen. Soy fan de sus estructuras ingeniosas y de sus bandas sonoras a pesar de que hay algunas cosas que no me hacen demasiada gracia (como el sello excesivo de casquería y sangre que imprime a sus cintas). Pero es un inconveniente tan pequeño en comparación con la destreza de todo lo demás que, sinceramente, no me importa.

Así que cuando se estrenó Los Odiosos Ocho (a quien decida qué títulos llevarán en castellano las películas, por favor, ¿no se podían exprimir un poquito las neuronas para que al menos éstos sonasen bien?), sabía que acudiría a verla. Sí o sí. Pero además, ¡oh, sorpresa! entre las críticas previas de la película, encontré un recorte que conectaba este film con la novela policíaca clásica.

Y entonces, descubrí que no solo sabía que acudiría a ver la película, sino que tenía que verla, analizarla, y contarte qué había de cierto en ello (sin spoilers). ¿Qué tienen en común Los Odiosos Ocho y las novelas de Agatha Christie? ¿Qué recursos clásicos ha llevado a la práctica Tarantino?


 Allá voy.


  1. Estructura clásica aristotélica: La película se ajusta casi por completo a la distribución aristotélica de la historia (incluso se estructura por capítulos) aunque incluye un elemento característico del director: un flashback explicativo entre el nudo y el desenlace.
  2.  El “misterio de cuarto cerrado”: el grueso de la acción transcurre en un refugio de las montañas (la tienda de Minnie), donde Los Odiosos Ocho se resguardan de un gran temporal de nieve. 
  3.  Gran número de sospechosos con un oscuro secreto: nadie es trigo limpio, amigo.
  4.  El poli torpe: La película cuenta entre sus protagonistas con un personaje algo negado que asegura ser el nuevo sheriff de Red Rock.
  5. El investigador excéntrico: También incluye este arquetipo observador y certero imprescindible en toda buena novela de detectives clásica, aunque según el prisma de Tarantino, este personaje sea un cazarrecompensas de color en un Wyoming atestado de excombatientes Confederados.
  6. Un buen giro inesperado de la trama: no es una característica exclusiva de las novelas negras, pero si es imprescindible para mantener o concluir una historia de manera que al lector o al espectador le satisfaga (y en atención a aquellos que todavía no la han visto, como decía Mayra Gomez Kemp, «hasta aquí puedo leer»).

Así que, efectivamente, he encontrado seis puntos comunes entre las novelas clásicas de detectives y Los Odiosos Ocho, aunque en esta última hay un sello personalísimo de Tarantino que matiza muchas de las características de la novela cozy. Por eso creo que, a pesar de ese extra de sangre y violencia que salpica toda su obra, esta es una película a tener en cuenta para quienes amamos la novela negra.

¿Y tú, la has visto? ¿Qué te ha parecido? ¿Destacarías algún recurso más?


Los comentarios están a tu disposición.
Feliz día.

10 comentarios :

  1. Desde luego, el título se lo deberían pensar otra vez.

    Nuy acertadas las equivalencias que haces, lo cual no significa que me hayas convencido para ver una peli de Tarantino ;-p Hay cosas con las que no puedo.

    En cuanto a construcción de una novela en torno a las tres unidades aristotélicas..., se trata de una apuesta segura :-)

    Curioso artículo que comparto.

    Besotes.

    Ah, y gracias por la mención del taller.

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    1. Jaajaja. No trataba de convencerte...¿o sí? ¡Qué va! Es que me parecía tan difícil que dos estilos tan diferentes tuvieran algo en común, que supe sin ningún género de dudas que iba a ver la película. Me alegra que te haya gustado y te agradezco que lo compartido.
      Un besote.

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  2. Hola Izaskun, yo también soy aficionado al género negro, pero siempre he leído las novelas desde el punto de vista emocional. Nunca me ha interesado la materia del ginecólogo como bien dices, sino la del buen amante. Pero viendo tu post y adorando a Tarantino, desde Reservoir Dog y como la analizas, quizás va siendo hora de que también me apunte a algún taller de rudimentos básicos para saber abordar las historias desde un punto de vista más técnico. Muy buen post. comparto

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    1. Hola, Josevi:
      Conozco un taller muy bueno que acabo de cursar en Ateneo Literario. Ahí hemos trabajado en la estructura de nuestra novela policiaca. Echale un vistazo.
      En cuanto a Tarantino, siempre consigue sorprenderme por uno u otro motivo, aunque resulta reconocible pues mantiene vivas sus señas de identidad en cada película.
      Gracias por comentar y compartir.
      Un abrazo

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  3. Pues mira, sinceramente no iba a verla porque Tarantino me da miedo (cuando sale mucha sangre me asusto), pero tu análisis me ha convencido porque adoro esos recursos de los que hablas. Y, como amante de Agatha y como viene al caso, decir que ella misma confesó que su sobrino le echaba en cara la falta de sangre en sus novelas, y por eso decidió escribir La señora McGinty ha muerto, una novela donde Ágatha, jeje, se esfuerza por parecerse a Tarantino. Estoy tirando de memoria, pero creo que es en el prólogo de esa novela donde dice eso de su sobrino.
    A mí también me encanta comprender, destripar y analizar. Seguro que lo estás pasando muy bien, cuéntanos todo!

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    1. Gracias por contarme lo del sobrino de Agatha, Luz, no lo sabía. ¡Qué bueno! Ya estoy buscando "La señora McGinty ha muerto" ;)
      Respecto a lo de Tarantino, si. Es cierto que a veces abusa de la sangre, pero realmente tiene momentos gloriosos (la primera escena de "Malditos Bastardos" es en mi opinión, de lo mejorcito de su carrera). Así que si superas un poquito el "susto" con la sangre, estoy convencida de que disfrutarás de esta película.
      Un besote, Luz.

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  4. hola. donde este agatha alli estoy, me encanta, no vi la pelicula pero ya la busco y me encanto tu post. te comparto.gracias.

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    1. Y ahora seguro que la ves con otros ojos, ;)
      Mil besos y gracias por compartir.

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  6. Lo comparto! Nunca hubiera pensado que pusieran tener tanto en comun...
    No dejas de sorprenderme ;)

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