Leyendas de Campamento

martes, 1 de marzo de 2016



En la última ventana del almacén, sobre la pequeña isleta del lago surgía su figura delicada como una sirena varada tras los cortinajes vaporosos. Y nosotros, alrededor de la lumbre alimentábamos su leyenda cada noche de verano. «Ven, acércate», parecía decir. Acudí solícito cuando el cuello de la botella me apuntó en persona. Y ya nada fue igual. Todo cambió después, al descubrir que la dueña de nuestras fantasías era una estatua de piel plastificada.

Mi aportación mensual al reto de Adella Brac

2 comentarios :

  1. Qué evocadora la imagen de la sirena varada en un almacén... ¡Qué pena que fuese de plástico! :)
    Gracias por participar en el reto ;)
    Un beso.

    ResponderEliminar