Tu asesina perfecta: consejos básicos para su perfil

jueves, 30 de junio de 2016



Quieres escribir una buena novela y para ello, debes hacer todo lo posible y lo imposible por darle la máxima credibilidad y verosimilitud a la historia. Por eso un buen perfil de los protagonistas es básico. Con mucho más motivo en el género negro.

No basta con un poco de empatía, con saber ponerse en la piel y cabeza de tu protagonista. Sobre todo si es un criminal. Y mucho más si es una mujer porque como bien decía John Gray hace unos años, hombres y mujeres somos distintos, pensamos diferente y por ende, nuestro comportamiento tampoco tiene mucho en común. Si. También en el modus operandi. O eso es al menos lo que asegura un estudio publicado recientemente en la revista International Journal of Forensic Mental Health (el último estudio realizado en Suecia acerca del perfil homicida femenino).

Así que si quieres dotar de realidad a tu principal asesina, aquí te doy las principales características que debes tener en cuenta:

1. Ellas matan menos.
Según esta investigación las mujeres matan con menor frecuencia que los hombres ( un 10% ellas contra un 90% de asesinos masculinos).

2. En un entorno cercano. A menudo el crimen ocurre en su propio hogar y, generalmente perpetran el asesinato en su vínculo social más cercano (parejas o familiares).

3. Destruyendo mitos. En contra de lo que se ha creído durante años, las mujeres no emplearon el veneno para perpetrar los crímenes sino que en su mayor parte utilizaron armas blancas.

4. Atenuante: Trastorno mental transitorio. El contexto en el que sucedió el homicidio reflejaba una situación de pérdida de control con trastorno mental grave en el momento del crimen debido a que las víctimas a menudo se encontraban bajo la influencia de alcohol o drogas.

5. Arraigo social.
Además los resultados del estudio arrojan otro dato interesante. A diferencia de los hombres, las mujeres vivían en su gran mayoría de manera ordenada o con asistencia de los servicios sociales; es decir, no tenían unas condiciones de desarraigo ni de exclusión social.

6. Tipología. Finalmente, el rasgo homicida femenino tiene además un escalofriante matiz diferenciador con el masculino; las mujeres efectúan homicidios voluntarios (frente a los involuntarios de los asesinos masculinos) y tienen una alta tasa de infanticidios.

¿Sorprendida? Algunos puntos son más o menos esperables, pero otros me han sorprendido. En cualquier caso, esta no el único elemento que hay que tener en cuenta para construir un personaje creible y memorable. Coincidirás conmigo en que los personajes son la parte más sensible de una novela porque, en base a su profundidad psicológica se acredita la credibilidad de la historia. Mucho más allá de los aspectos fisiológicos de los protagonistas, una buena figura literaria necesita mostrar ciertos datos relativos a la sociología, actitudes, personalidad, conducta y vida interior. Para ello, además de los tips que te he dado antes, es interesante poder contar con una ficha del personaje básica en el caso de secundarios o en mayor profundidad en el caso de los protagonistas.

Por eso te dejo aquí algunas de las mejores fichas que he encontrado son estas de inteligencia narrativa, y las delos pilares narrativos de Ana Bolox que puedes conseguir al suscribirte en su blog . Cualquiera de ellas te ayudará a crear un buen perfil y a conocer bien a tu personaje. Y esto es fundamental para tu novela. Créeme.

¿Y tú, conoces alguna indicación interesante o algún elemento importante para construir a tu personaje criminal? ¡Te escucho con atención!

¡Feliz día!

En la mente del hipnotista de Lars Kepler

martes, 28 de junio de 2016



Un asesino en serie conmociona a la sociedad sueca: graba a sus víctimas instantes antes de matarlas y cuelga los vídeos en Youtube prácticamente en tiempo real. La policía es incapaz de reconocer a las futuras víctimas y se encuentra en un callejón sin salida. Por ello deciden recurrir al eminente psiquiatra y experto en hipnosis Erik Maria Bark, con el que resolvieron su caso más mediático en El hipnotista, quien hallará una conexión entre el modus operandi del asesino con el de un antiguo paciente suyo. Sin embargo, la investigación da un giro inesperado y todos los indicios conducen a él, que además conoce a todas las víctimas. ¿Es posible que sea él el asesino?
Nadie cuenta con que el sagaz inspector Joona Linna, que vuelve literalmente de los muertos, lo dará todo para devolverle al hipnotista toda la ayuda que éste le brindó en su caso más importante.
«Si las luces están encendidas, alguien puede verte desde fuera. Si están apagadas, no podrás verlo si está dentro.»
Cierra con llave, corre las cortinas, no te muevas: la pareja reina del thriller psicológico te dejará sin aliento.



Ya lo avisaba Lopez Vazquez en su día. Que vienen las suecas (los suecos en este caso). Y eso que todavía no existía Ikea. Han llegado y lo han hecho para instalarse entre nosotros. Así, a su estilo, suavecito, sin demasiado ruido, pero de manera eficaz. Y encima se atreven a innovar con total alegría y buenos resultados. Los admiraría si no fuera porque los envidio. Mucho. Qué le voy a hacer.

Si ya me parece complicado escribir (bien), no quiero imaginar la gesta heróica que debe suponer componer una historia entre dos personas y que esa peculiaridad no estropee el resultado final. ¡A cuatro manos! Pues este matrimonio sueco lo ha conseguido con una narrativa sencilla pero efectiva en la que el suspense la intriga y el último giro final componen un thriller la mar de interesante.

No es una novela para pasar a la posteridad, para qué nos vamos a engañar, pero el estilo directo y natural de este matrimonio ha sabido combinar algunos recursos muy eficaces para la novela y deja un producto de lo más resultón. Por un lado, ha recogido algunos temas de actualidad como los serial killer y el asunto de los expertos en perfiles de criminales (quien no conozca aún Mentes Criminales o CSI y su abundante descendencia que levante la mano), las nuevas tecnologías (¿alguien en la sala no sabe qué es Youtube? Lo dudo) y algo que a todo el mundo le gusta: el critiqueo. En este caso una crítica blandita y relativa tanto a la policía sueca como a la maravillosa y ejemplar ( o al menos eso nos venden por aquí) sociedad sueca en la que el modo de vida deshumanizado que vivimos en el resto del planeta, también ha empezado a calar hondo.

Pero si algo hace atractiva esta novela de más de seiscientas páginas es el ritmo trepidante que la pareja sueca ha conseguido imprimir a su historia. Con un narrador omnisciente en tercera, capítulos muy cortos y un tratamiento del tiempo en modo contrarreloj para los personajes principales, han creado una novela que sobre todo en el último tercio se convierte en un auténtico page – turner.

Pero no todo son flores en el camino, que también he encontrado alguna piedrecilla incómoda como por ejemplo la composición inverosimil de uno de los protagonistas — parece recién aterrizado de Cripton— por la rapidez con la que se recupera de sus problemas (a priori graves) de salud. Nein, nein. Primera nominación.

También creo que en algunos momentos de la novela —la fuga de uno de los protagonistas en la segunda mitad del libro—, sobran páginas puesto que una explicación tan larga no aporta demasiado y ralentiza el buen ritmo.

Finalmente la última nominación va dirigida a quien tenga a bien seleccionar los títulos de las novelas. En este caso la elección del título da lugar a error puesto que el lector puede pensar que esta es la primera novela de la saga (titulada “El hipnotista”). Parece que para esta obra se barajó en primer lugar otro título más acorde con la historia (Acosador) pero por temas de marketing lo descartaron. Y digo yo, ¿no existía una opción mejor? Seguro que sí.

No obstante, es una novela que se lee con facilidad, que tiene el poder de enganchar al lector y es ideal para esta época que llega en breve en la que necesitamos algo entretenido sin demasiada enjundia.
Puedes leer el primer capítulo justo aquí : http://static0.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/32/31336_Mente_hipnotista.pdf

Te gustará si:


* Eres asiduo de los thrillers nórdicos.

*Te gustó El muñeco de nieve.

*Lo tuyo son las lecturas que te ponen la “patata” a mil por hora.


¿Conocías a este matrimonio?¿Eres más de trhiller o de novela negra? ¡Cuéntame, soy toda oídos!

La última noche en Tremore Beach de Mikel Santiago

jueves, 23 de junio de 2016



Un compositor que ha perdido la inspiración.

Una casa aislada en una playa irlandesa.

Una noche de tormenta que puede cambiarlo todo.

Peter Harper es un prestigioso compositor de bandas sonoras que, tras un traumático divorcio, se refugia en un rincón perdido de la costa de Irlanda para recuperar la inspiración. La casa de Tremore Beach, aislada en una enorme y solitaria playa, parece el lugar indicado para lograrlo. Todo parece perfecto... hasta que llega la noche de la gran tormenta.



Ingredientes:

Una localización apartada y remota, tres cucharadas de intriga y suspense, un puñadito de “momentos de realidad subjetiva” (léase sueños, visiones, alucinaciones…), un protagonista que cuestiona su salud mental, cuarto y mitad de sensación de peligro y amenaza y finalmente, para la cobertura idónea del pastel, una atmósfera lluviosa y sombria.

Una buena receta para —si se cocina bien— triunfar con un thriller psicológico. Y eso es exactamente lo que ha hecho Mikel Santiago con este Tremore Beach.

Conocí al autor en su blog el relatódromo donde me sedujo su habilidad con el tempo y cierta cercanía con Poe en sus relatos (imprescindible su Historia de un crimen perfecto), pero además, el universo conspiró hacia él. En cuestión de semanas, mi compañera de trabajo me recomendó su libro y además fue uno de los autores que se animó al “face to face” en la Pamplona Negra.

Estaba claro que debía leerlo. Así que me rendí y lo hice. Reconozco que las sensaciones han sido algo encontradas y reconozco también que algo tiene que ver el bombo y platillo que le han otorgado los medios. Igualarlo a Stephen King no hace sino crear unas expectativas en el lector que, muy probablemente, no serán satisfechas. Y no es que Mikel no sea bueno, que no es el caso, sino que en la comparativa, sale perdiendo. Y no es justo.

Me ha gustado su factura ya que no parece una ópera prima y resulta una lectura agradable de la que debo destacar dos cosas que me parecen importantes (amén de difíciles de gestionar) y que Mikel ha sabido emplear correctamente: el humor y el puntito sobrenatural (elemento complicado para no caer en lo risible o en lo inverosímil).

El lenguaje es natural y efectivo, y da como resultado una lectura agradable, dinámica y entretenida que va ganando en intensidad conforme se desarrolla la historia. Que esté narrada en primera persona y en la actualidad es un acierto, al igual que el lugar escogido para la ambientación. Irlanda y, en concreto Tremore Beach, el solitario lugar en el que transcurre la mayor parte de la historia, transmiten perfectamente la intranquilidad y el desasosiego del protagonista.
Quizá el final es menos soprendente de lo que esperaba, la narración necesita algo más de profundidad (creo que el autor lo puede y lo sabe hacer) y algunas subtramas no están suficientemente desarrolladas, pero son detalles que se perdonan puesto que la intriga de la historia te lleva de la mano durante toda la novela.

Además, con Mikel me sucede una cosa curiosa. Recuerdo una conversación de hace unas semanas con un gran microrrelatista . El afirmaba que un buen texto (independientemente del autor) es aquel que genera en el lector la necesidad de contar algo. Que la narración actúe como una espuela. Y eso es justamente lo que me ha sucedido con Mikel Santiago. Que la lectura de sus textos ha puesto en marcha mi maquinaria inventiva, y estoy con unas ganas locas de intentar crear una historia en este género.

En definitiva, una lectura muy recomendable ahora que llegan fechas veraniegas.


Puedes degustar sus primeras páginas aquí:



Te gustará si:


  • Eres aficionado a los thrillers psicológicos.
  • Te va el tema sobrenatural.
  • Quieres descubrir un escritor con proyección.

¿Qué? ¿Te animas a tener escalofríos en pleno verano? ¡Feliz día!

La reina de corazones

martes, 21 de junio de 2016



Reina de corazones

Imaginó una docena de opciones para sorprenderla en su aniversario y dado su talante, lo arriesgó todo a una sola carta. Tras varias lecciones clandestinas se sintió lo suficientemente preparado y la citó en la Plaza Mayor con el corazón bombeándole a toda velocidad. Reunió allí al resto de la baraja y entre todos formaron un hermoso castillo de naipes que él coronó orgulloso justo al tiempo de escuchar la sentencia despiadada que brotó de sus labios:


—¡Que le corten la cabeza!


Mi participación en Ficticia para este mes. Tema: castillos de la literatura.

10 requisitos para un buen comienzo.

jueves, 16 de junio de 2016



Como decía aquel anuncio, en las distancias cortas, te la juegas. Y los escritores mucho más. Lo arriesgan arriesgamos todo a una baza porque no existe una segunda oportunidad para una primera impresión. Así que es importante tener unos buenos señuelos preparados. Una portada atrayente, una sinopsis interesante, y por supuesto un capítulo inicial que atraiga desde la primera línea.

Así que hay que conseguir ser lo más seductora posible en las primeras frases de tu texto. Pero ¿cómo? Bien, hoy te traigo algunas fórmulas eficaces que han utilizado algunos escritores de éxito para abstraer al lector de su mundo real y sumirlo en el mundo de ilusión que has creado con tanto esfuerzo. Diez requisitos para que tu texto tenga un buen comienzo es todo lo necesario para que atrapes a tu lector desde el minuto uno. ¿Comenzamos?

1. Crea una imagen activa.

¿Hay algo más aburrido que un comienzo lento o en el que no suceda nada? Un inicio tipo conversación de ascensor en la que se habla del tiempo, puede ser la ruina para tu texto. Necesitas una primera línea que marque la diferencia, que traiga acción y que a ser posible, cree una imagen en la mente del lector.
“Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador de paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del asfalto, nada hay que se parezca menos a la cebra, pero así llaman a este paso.” José Saramago, Ensayo sobre la ceguera.



2. Dale voz a tu protagonista.


En muchas ocasiones, el propio personaje es tan singular que su universo (forma de hablar, de pensar, de vestir) es suficiente para crear una imagen vívida en el lector. Y si esto sucede, ¡enhorabuena! Ya tienes mucho ganado. Lo ideal es que introduzcas al personaje mostrando un aspecto definitorio de su carácter. De igual modo, el momento en que presentas al personaje, y siendo este el capítulo inicial, mostrar la pregunta dramática del mismo es una idea positiva. Muestra su motivación y crea la duda en el lector. ¿Conseguirá el personaje su objetivo o no?

“Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane.” J. D Salinger, El guardián entre el centeno.

3. Sorprende.


No se trata de efectuar portentosos trucos de magia sino de crear tensión e intriga para que el lector necesite avanzar y leer el siguiente párrafo. Puedes hacerlo de diversas formas; con una descripción diferente, un punto de vista inusual, introduciendo algún recurso de humor…Tú decides. Lo importante es que llames la atención del lector de manera que no pueda dejar de leer porque se esté preguntando qué pasará a continuación o por qué el protagonista actúa de esa manera.

“Encuentra al hombre que me asesinó y te contaré detalladamente lo que hay en la otra vida.” Orhan Pamuk, Me llamo Rojo


4. La primera línea axiomática.


Un buen recurso para conectar con el lector es encontrar lugares comunes con él. Y uno de esos sitios son las reflexiones filosóficas. Pero no vale cualquiera. Necesitas una de esas verdades como templos; una frase que consiga que el lector se detenga por un instante para recapacitar en lo que acaba de leer.

“Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.” Leon Tolstoi, Ana Karenina

5. Cuanto más sencillo mejor.

No hay mejor cosa para que un lector salga huyendo y abandone una lectura que una primera frase farragosa. Es la tirada en la Oca que te manda directo a la casilla de la Muerte. No lo hagas. Procura que tus frases sean sencillas, cortas, eficientes. Di aquello que es necesario. Nada más.

“Llamadme Ismael”. Herman Melville, Moby Dick

6. Engloba en ella toda tu historia.

De alguna manera, intenta resumir (a grandes rasgos) lo que el lector va a encontrar dentro de las páginas del libro. No es necesario un resumen pormenorizado, sino una pincelada con la suficiente textura como para interesar al lector.

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” Gabriel García Márquez, Cien años de soledad.

7. Procura que tus primeras líneas no sean un prólogo ni un flashback.


Creerás que este punto es completamente opuesto al anterior ¿verdad? No necesariamente. Una cosa es que dejes entrever el camino que llevará tu texto de manera sugerente y otra muy diferente es que te regodees en el pasado o la situación previa a la acción que vas a narrar.

En este primer momento necesitas que el lector aterrice en mitad del momento presente. Ya tendrás tiempo unas páginas más adelante de justificar la situación actual del protagonista. Recuerda que un primer capítulo no es el lugar adecuado para explicaciones. Es un gancho.

“No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente no sueño.” Edgar Allan Poe, El gato negro.


8. No olvides poner la tierra bajo los pies de tu lector.


Sobre todo si la narración es del género fantástico. Es necesario darle al lector unos puntos de apoyo para crear en su mente la ilusión del mundo que tú has creado. Y para ello, conocer algunos pequeños detalles es fundamental: Ubicación, momento (del año, del día) en que transcurre la escena, ambientación…

“En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.” J. R.R. Tolkien, El hobbit.

9. Comienzo sensorial.


Una de las mejores formas de hacer llegar un mensaje es mediante la estimulación de los sentidos del lector, así que este es un objetivo a tener en cuenta. Cuanto más vívida sea la reacción del lector al interpretar tu texto, mayor será la probabilidad de que captes su atención y lo atrapes dentro de tus páginas.


“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.” Navokov, Lolita.


10. Ten siempre presente el género en el que vas a escribir y el perfil de tu lector.


No es lo mismo dirigirse a un público infantil que a uno adulto del mismo modo que también son diferentes los lectores de novela negra o los de ciencia-ficción. Ten en cuenta quién va a estar al otro lado de la página y adecúa el tono de tu narración.

“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.” Juan Ramón Jiménez, Platero y yo

“Cuando el señor Bilbo Bolsón de Bolsón Cerrado anunció que muy pronto celebraría su cumpleaños centesimodecimoprimero con una fiesta de especial magnificencia, hubo muchos comentarios y excitación en Hobbiton.” J.R.R. Tolkien, El señor de los anillos.



¿Qué te ha parecido?¿Conoces algún otro recurso interesante? Te espero en los comentarios.

Puliendo que es gerundio...

martes, 14 de junio de 2016



Te preguntarás el porqué del título de esta entrada. Cada martes suelo postear un microrrelato, pero hoy me gustaría dar un pequeño giro de vuelta. Creo que es interesante hablar de la importancia que tiene pulir bien un texto y las opciones con las que contamos. En muchas ocasiones somos incapaces de ver algunos fallos y que otras personas lean o revisen nuestros textos es un recurso muy interesante para aprender y crecer como escritores. Pero¿dónde encuentro un lugar en el que pueda tener un feedback así? En Ficticia por ejemplo.

Para el pasado mes, la consigna era “El Circo”, así que imaginé un texto que encajase de algún modo (original si era posible) con la idea. Y entonces surgió la imagen. Uno de los leones de las Cortes, abochornado por las actuaciones vergonzosas de los políticos decidía volverse al circo. Tras un buen montón de repasos y de modificaciones, el resultado quedó así.

La capital despertó con la resaca del fin de semana y una noticia inquietante en los diarios. Uno de los leones de las Cortes había desaparecido y, a pesar de que las fuerzas del orden habían puesto todo su empeño, se vieron incapaces de resolver el rapto. Quizá porque no se les ocurrió que Velarde había elegido abandonar el Congreso por decisión propia. Que, avergonzado por la hipocresía del hemiciclo, había regresado al lugar donde un giro de muñeca, una frase efectiva o, un malabarismo eran actos honestos. Un lugar donde los artistas recibían por su trabajo el calor de unos aplausos sinceros.

Sin embargo, esta no era la mejor versión de la idea y así me lo supo hacer ver el águila descalza, tallerista de Ficticia. ¿Qué fallaba?

1. En primer lugar, di por hecho un lugar común. Pensé que Daoiz y Velarde, los nombres de leones del Congreso eran identificables para todo el mundo cuando no es así. La comunidad de Ficticia es enorme e internacional, por lo que un dato de una zona específica como este no es tan conocido como yo pensé inicialmente.

2. Por el mismo motivo, era importante mencionar el nombre de la ciudad. De esa manera dotaría al lector de los mimbres necesarios para definir el texto en el ambiente correcto.

3. Retiré las palabras “porque” y “quizá” ya que debilitaban el micro. En el primer caso al ser demasiado evidente la explicación, y en el segundo caso porque un narrador en tercera persona que utiliza esta palabra, chirría.

4. Por último, modifiqué algunos signos de puntuación por cuestiones de ritmo.


Y después de esta nueva fase de pulido el texto quedó así:

Madrid despertó con la resaca del fin de semana y una noticia inquietante en los diarios: uno de los leones de bronce de las Cortes, Velarde, había desaparecido. A pesar de que las fuerzas del orden habían puesto todo su empeño, se vieron incapaces de resolver el rapto. No se les ocurrió que él mismo había elegido abandonar el Congreso por decisión propia. Que, avergonzado por la hipocresía del hemiciclo, había regresado al lugar donde un giro de muñeca, una frase efectiva o, un malabarismo eran actos honestos; el lugar donde los artistas recibían por su trabajo el calor de unos aplausos sinceros.

Mucho mejor, ¿verdad? De todos modos, incluso ahora puliría alguna cosita más…


Y tú ¿sabes cuando es el momento de dejar de retocar un texto? ¿conocías la iniciativa de Ficticia?¿No? ¿A qué estás esperando? Regístrate y participa. Lo pasarás en grande y aprenderás muchísimo. Palabra.



Y aprovecho estas líneas para darle las gracias al águila descalza y a toda la comunidad de Ficticia que hacen posible que mejore y crezca como escritora. ¡Mil abrazos!

La estrategia del pequinés de Alexis Ravelo

jueves, 9 de junio de 2016




El Rubio dejó de delinquir hace décadas, pero la grave enfermedad de su mujer le hace replantearse las cosas cuando Júnior, un distribuidor local de cocaína, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria. Para organizar el asalto, no le costará seducir al Palmera, un parado de larga duración cuyo sueño es abrir un bar, y a Cora, una prostituta de lujo que sospecha cercano el momento en que se esfumen sus encantos. La estrategia del pequinés es mostrarse fiero y aprovechar cualquier despiste del adversario para atacar y huir. Eso será lo que hagan los protagonistas de esta novela cuando descubran que le han pisado la cola a un tigre y se vean inmersos en una persecución frenética en la que irán dejando un rastro sangriento. Parados cincuentones, escorts venidas a menos, narcos, policías corruptos y blanqueadores de dinero pueblan esta novela negra de alto voltaje, una dura historia coral sobre perdedores en la que lo importante no es saber quién es el asesino.


Poderoso caballero es Don Dinero, ya lo dijo en su día el maestro Quevedo. Y poco han cambiado las cosas desde entonces en este sentido. Porque, ¿qué harías tú si tan solo unos miles de euros —que por supuesto no tienes ni puedes obtener— te separasen de lo que más deseas? Si pudieses cambiar tu estado laboral de parado a activo, tener el dinero necesario para poder rehacer tu vida, si pudieras pagar el tratamiento de una persona muy querida para que tenga una oportunidad de salvarse…¿Estarías dispuesta a cualquier cosa?

Apuesto que si. Igual que Cora, El Rubio o El Palmera, cuando las circunstancias nos ponen contra la pared, intentamos cualquier cosa, aunque sepamos que es un riesgo, aunque creamos que hay un porcentaje bajísimo de que el asunto salga bien. Necesitamos creer que va a salir bien, necesitamos hacer algo por peregrino que parezca, para intentar cambiar la situación.

Esta es la base desde la que parte Alexis Ravelo con La estrategia del pequinés. Pero además, adereza el delicioso caldo que ha comenzado a cocinar con la pregunta dramática que nos lleva de cabeza durante toda la novela: ¿el fin — lícito — justifica los medios —ilegales— en alguna ocasión?¿En esta ocasión? ¿Habrá salvación para ellos? Y es que si algo está claro en esta novela es que moviéndose en el mundo criminal, tal y como dice Ravelo, “la gente como tú y yo pierde siempre”. ¿O quizá no?

La estrategia del pequinés
es el pasado Premio Hammet 2013 y bien merecido lo tiene. Lejos de las novelas-tipo que ahora inundan el mercado, esta obra de género negro no nos muestra un caso exclusivo dentro de una saga ni un policía que intenta resolverlo. En este libro eso no es lo importante. La cuestión de la novela es quién conseguirá salir más o menos indemne de este mundo de perdedores que ha creado Ravelo en las calles menos conocidas y más gastadas de Las Palmas donde muestra toda la grandeza y la miseria del ser humano tanto a nivel social como psicológico.

En cuanto al estilo del autor, como ya comenté en La última tumba  y en la reseña que hice para Depokultur  de Las flores no sangran, es de los que no se olvidan. Tuve la oportunidad de acudir a sus clases en la Pamplona Negra y puedo confirmar que Alexis — además de un tipo entrañable y achuchable— es un autor que urde bien las mimbres de la historia y planifica los tempos estupendamente. Se preocupa por lo que se ve en la novela, pero también por lo que no se ve. Por la historia y la intrahistoria. Por la acción y la profundidad social. Es sabio y se nota. Se mueve con soltura entre el argot de los escenarios, y la prosa más directa. Y por eso en ocasiones, entre frase y frase se cuelan perlas como esta donde habla de Canarias:

“Este cachito de Europa tirado en el charco, en estas siete colillas apagadas en el cenicero de los mares…”

Una delicia de personajes. Una gozada de lectura. Una novela grande. Un escribidor (como él se denomina) que si aún no conoces (¿a qué esperas?) no debes dejar pasar por alto. Y por si todavía te queda alguna duda, aquí puedes echar un vistazo a las primeras páginas. Eso sí, quedas avisada: no podrás despegarte de ellas.

HTTP://www.canarias7.es/pdf/docs/La%20estrategia%20del%20pequin%C3%A9s%20%5BAdelanto%5D.pdf


Te gustará si:

  • · Buscas novelas con personajes empáticos.
  • · Te gustan las novelas negras sólidas, con más “miga” que la resolución de un caso.
  • · Tu debilidad son las historias de David contra Goliat.
¿Conocías al autor?¿Te gustan este tipo de novelas negras?¡Te espero en los comentarios!
Feliz día.

Micro REC: Tatuaje

martes, 7 de junio de 2016




Tatuaje

Aquel día de verano de 1945 la sorprendió sentada en el poyete del lavadero, donde comenzaron a reunirse los escasos vecinos que aún habitaban el pueblo. Brotaron los abrazos como el agua de la fuente y las pecheras de las camisas se cuajaron de chispas transparentes cuando volvieron la mirada hacia un futuro que ahora se presentaba prometedor.

Sin embargo para ella el porvenir se presentaba solitario desde su nombre era un número tatuado en el antebrazo y cargaba con el peso de una muesca invisible en el costado, a la altura del corazón.

8 pautas para escribir fantasía

jueves, 2 de junio de 2016



Hace meses me encargaron que escribiera un relato, y lo que comenzó como una pequeña historia fue tomando dimensiones arbóreas para terminar materializándose en una novelita de fantasía juvenil.

Tachán. Mi primera novela.

Antes de comenzar a escribir hubo un ciento de cuestiones que quise tener en cuenta y la más importante era investigar a fondo la estructura del género (más aún cuando no es el estilo en el que habitualmente escribo). De modo que me sumergí en la red a la caza y captura de toda la información relevante acerca del género fantástico.

Me colapsé.

Hay cientos de blogs, posts e información (relevante y también pésima para qué nos vamos a engañar) en la red. Pero solo unos cuantos son válidos —al menos para mi—.

Por eso hoy quiero compartir contigo las pautas que más me han ayudado en el camino para que tu primera novela de fantasía también llegue a buen puerto.


1. Los 50 pilares de tu mundo de fantasía.

Antes de escribir una historia y más aún cuando esta se establece fuera de los parámetros de la realidad, debes conocer al dedillo cuanto puedas acerca del mundo que has creado.

Aunque posteriormente decidas no utilizar toda lo que has averiguado sobre ese magnífico lugar. No importa. Esos apuntes serán los mimbres sobre los que se sustenta tu historia, así que concédeles la importancia que tienen.

Una buena guía para descubrir los pilares de tu mundo de fantasía es este pequeño cuestionario de inteligencia narrativa (un blog que no deberías perderte).


2. El argumento principal de tu historia.

En una novela de fantasía (y también en las que no lo son), el argumento principal de la historia se teje alrededor del protagonista. Y generalmente se utiliza un procedimiento llamado “El viaje del héroe”.


Esta técnica originaria de Joseph Campbell es un recurso muy utilizado tanto en literatura como en cine y por ello encontrarás tropecientos post acerca de este método en la red. De todos ellos te recomiendo este de Ebook Hermanos ya que por los ejemplos que da, resulta muy clarificador.



3. Personajes imprescindibles en tu novela.

Toda buena novela fantástica se sustenta en unos personajes inolvidables que, a su vez se enraízan en los arquetipos del género. Así, en las novelas de fantasía no pueden faltar el héroe, el antihéroe, el mentor, la doncella, el villano, el guardián de la puerta… Si quieres tener una visión completa y objetiva de los personajes que convierten tu historia en un éxito de ventas, no te pierdas este post de Ana González Duque; una auténtica experta en el tema.



4. Capacidades mágicas.

Quizá tengas una imaginación portentosa y este apartado no te haga falta, pero a mí cualquier ayudita me parece estupenda, así que además de lo que mis neuronas me dicten, este post de canal nostalgia es una fuente de inspiración de lo más sugerente. ¿Qué opinas?



5. Generador de nombres fantásticos.

Con los nombres de personajes y lugares me sucede como en el punto anterior. Generalmente estoy tan centrada en la historia que crear y elegir un nombre medianamente aceptable me cuesta muchísimo (y no digamos recordarlo posteriormente).

Y además conforme la historia ha ido tomando cuerpo, he modificado algunos nombres, de modo que la primera revisión ha sido un auténtico desafío. Por eso mi consejo es que si no lo tienes claro, hagas un listado con letras o números para asignar a los personajes y lugares. Cuando hayas concluido la novela o cuando hayas elegido un nombre que te gusta, solo tienes que reemplazarlo —así es mucho más fácil si cambias de opinión y modificas alguno de ellos—. Para echarte una mano con los nombres puedes utilizar un generador como este:




6. Consejos básicos para que tu historia funcione.

No está de más tener a mano una guía que te mantenga centrado y orientado en la escritura. Y no tiene porqué ser un panfleto de dimensiones extraordinarias. De todo lo que he leído, creo que esta breve lista de Abel Amutxategi es de lo mejor; breve y concisa.




BONUS:

Una de las cosas que más me ha obsesionado durante la escritura de la novela ha sido la concordancia, sobre todo lo relativo al tiempo en el que se desarrolla y a las modificaciones que van surgiendo y que modifican —de manera leve o no— el devenir de la historia. Por eso aquí van un par de sugerencias de mi cosecha.



7. La línea del tiempo

En toda historia es muy importante mantener una correcta línea de tiempo —es uno de los puntos en los que el lector encuentra punto de apoyo—, por lo que te recomiendo que utilices algún método que te facilite comprobar de un vistazo el momento en el que se desarrolla la escena o capítulo que estás narrando para no incurrir en errores. Este es uno de los que mejor valorados está en la red, pero yo que soy más de andar por casa, me he preparado un archivo muy sencillito pero la mar de efectivo que comparto aquí.



8. Modificaciones.

Del mismo modo que la ubicación del tiempo es un puntal básico para el lector, también la coherencia lo es. Por eso es muy importante una buena revisión (en realidad deberían ser varias), para no incurrir en incoherencias que para el lector —y para la historia—, pueden ser nefastas. Buenas noticias. También para este asunto he preparado un documento muy sencillo (no hace falta más) que espero que te sea útil.



Para terminar, me gustaría mucho conocer tus opiniones. ¿Cómo te preparas para escribir en un género concreto?¿Te parecen útiles los recursos de los que te he hablado?¿Añadirías alguno más? Te espero en los comentarios.


Feliz día.